17 ago 2006

El valor de una amistad.

Recuerdo que en el colegio no era muy dedicado a los estudios hasta los últimos dos años del bachillerato, pero tenía una compañera “cerebrito” que siempre me ayudaba con clases y con las tareas, le debo a ella parte de la persona que soy hoy en día.

Por su culpa fue que me metí en esto de “blogger”. Leyendo entremetidamente sus comentarios noté que muchos de sus buenos consejos y sugerencias nadie les hacía caso. Debo señalar que por tener 4 hermanas y ser único varón, tengo un complejo de “sobre protector femenino” (complejo de Superman). Así que, ya que le debía “algo” a mi querida amiga y compañera, me propuse a ayudarla un “poquito”. El plan era sencillo, darle la seriedad merecida a los argumentos planteados, discutir un poco teorías y dilemas… y de seguro le prestarían mayor atención y seriedad a sus palabras.

Dado que soy “novato” en esta parte del ciberespacio necesitaba establecer los parámetros de la zona: enfoqué los comentarios desde llevar la contraria, complacer, negar, discutir, y hasta un análisis crítico los mismos. Salió excelente… tanto que la atención no se centraba ya solo en ella (mi compañera) sino en mí… ahí empezaron mis problemas.

Creo que el problema principal fue que entré como anónimo (el misterio vuelve loca a las mujeres), yo no pretendía decir quien era, ni cual era mi objetivo, ya que sería algo rápido y sencillo. Como tenía 10 años sin saber de mi amiga y compañera de estudio, era una completa extraña, la traté como lo que era, mi amiga, aunque hoy tal vez no lo sea (por la cuerda), lo siento… pero creo haber logrado mi objetivo principal que era lo importante. Bueno, ya que los temas se volvían mas reflexivos, serios y que las personas eran mas objetivas a la hora de opinar, me dispuse a irme “tranquilo”… me despedí.

La verdad es que me encantaba escribir sobre los temas tratados, entonces ella me pidió que me quedara por “las muchachas”… en ese momento supe que habría problemas para dejarme ir, se estaba desviando la atención a mí y no a ella, así que tenía que hacer algo para revertir el “encanto”.

Me dispuse primero a dar la cara del anónimo, para quitarle cualquier “magia” inducida del misterio; y luego, a erradicar cualquier sentimiento noble que pudiese existir hacia mi persona (en teoría, eso le devolvería la atención a ella, el objetivo principal). Sabía que ella recordaría que soy lo que los nativos llaman “un alma de Dios”, así que me dispuse a ser “un alma perdida”, era a simple vista la solución más rápida y sencilla… resumiendo: imagínese un mime y una mosca jodiéndolo a la vez, multiplicado a la tercera potencia.

Logré mi objetivo secundario de desvanecer la magia y el encanto, pero no lograba que me sacaran. Recurrí al plan B: pasémonos de la raya… eso me funcionó a medias, ya obtenía algunas respuestas indirectas, fue ahí que me di cuenta de que debía parar, ya que nadie me pararía, aún no entiendo por qué.

Entonces me pregunté: ¿Quién soy yo para hacer esto? La respuesta era sencilla... ¡Nadie!

Mi única obligación era la de que le prestaran a mi compañera la atención y seriedad que se merece. Bueno, con el lío perdí una amiga, pero sabrá Dios cuantos amigos más habrá ganado ella, cuantas personas se sienten más cómodas al hablarle de sus sentimientos, o si alguno de los consejos y sugerencias le sirvió a alguien. No me arrepiento de lo hecho, hice lo correcto, mas no lo justo para ella.

Entonces me pregunté ¿Cuánto vale la amistad?... Lo suficiente para sacrificarnos en favor de nuestras amigas y amigos.

¿Qué habrías hecho tú?

2 comentarios:

Alma dijo...

Historia interesante, pero se me hace difícil creer que hayas perdido a una amiga.
Además; ¿Cuánto vale la amistad?... el amigo y la amiga te dan la mano aunque estes envuelto en llamas...

No puedo decir que hubiese hecho lo mismo que tu, pero sí tengo que admitir una enorme casualidad entre
los dos; tengo 3 hermanas, único varón y con el mismo complejo.

DTB

Anónimo dijo...

Ya lo hecho, hecho está, ahora búsquela pero no através de ciber espacios ni cosas así, búsquela a nivel persona, me imagino que puede hacerlo. De seguro aún viven en un mismo país.