13 feb 2013

Cuestiones de amor: oportunidad.


Así como una vez llegó, así se fue…
Lo llamaban amor… y aún, no sé por qué”.

El amor es algo por lo cual vivir, no algo para recordar. Pero, ¿qué sucede cuando se pierde el sentimiento (muerte, separación, etc), y nos aferramos solo a los recuerdos? Es un dilema psicológico, pero podríamos llamarlos “fantasmas”.

Al recordar ciertas vivencias, nuestro cerebro adopta un modo “idealista”, es decir, visualiza e incrementa las cualidades positivas y anula o reprime lo negativo… eso, pasa en el amor “perdido”. Un fantasma, es un recuerdo idealizado de alguien, que en nuestra memoria se siente “perfecta” (o “perfecto”, en el caso de las mujeres), pero cuando la mente y la realidad chocan, surge la negación. Me viene a la memoria la canción de Diego Torres “Penélope” (por cierto, debo arreglar el reproductor de audio de este blog… lo sé!!!).

Veamos la letra de la canción: “Dicen en el pueblo que un caminante paró su reloj una tarde de primavera. Adiós, amor mío, no me llores, volveré antes que de los sauces caigan las hojas... Piensa en mí, volveré por ti... pobre infeliz, se paró tu reloj infantil una tarde plomiza de abril, cuando se fue tu amante… y luego, la parte importante: “Dicen en el pueblo que el caminante volvió, la encontró en su banco de pino verde. La llamó: “Penélope, mi amante fiel, mi paz, deja ya de tejer sueños en tu mente... mírame, soy tu amor, regresé...Le sonrió con los ojos llenitos de ayer, no era así su cara ni su piel:tú no eres quien yo espero...” (O sea, el “Tablazo”).

Lo que nos lleva a la oportunidad en el amor. Hay quienes creen que seguir al amor es lo correcto (o incorrecto); pero, ¿será cierto? No es lo mismo: “dar la vida por ti”, que “darte toda mi vida”. Solo lo segundo, es amor. Me explico: el amor no es un cuadrilátero (juego, deporte o pelea), tampoco es una estación de tren (un solo camino de partida/llegada)… el amor es como el agua que fluye entre las piedras: es la misma, pero siempre cambia (dinámica del amor… otro post). Y cuando alguien se queda estático aferrado a esos recuerdos (al margen de perder toda posibilidad presente/futura de ser feliz, encontrar un nuevo amor y/o disfrutar de las cosas), pierde la esencia misma del amor: la oportunidad de compartir (se).

Los buenos recuerdos, son parte de nuestra vida. Pero, nada es para siempre; y eso, hace del amor algo verdaderamente maravilloso, ya que es un tesoro, y como tal: lo podemos perder (sin que ello conlleve a histeria, dudas, etc.). Si la vida te brinda la oportunidad de amar: ¿Atesoras ese sentimiento? ¿Proteges y fortaleces ese vínculo día a día?... no lo pienses, solo hazlo… una oportunidad así, jamás se repite. Por otro lado, si has perdido tu razón de existir, pero aún respiras y puedes mover, al menos,  un ojo: nunca es tarde para encontrar un nuevo amor: solo, levanta la mirada. :)

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