Los clásicos fuegos “piratas”, se conocían fácilmente por su empapelado rojo chino, explotaban mas duro que los de “marca” y eran a mitad de precio de éstos. En el colmado cerca de mi casa, el despachador me conocía desde niño y al ser Banilejo era muy negociante, por lo que siempre nos conseguía para navidad toda una amplia variedad de fuegos artificiales “populares”, pero de calidad, y a un módico precio. Los que no explotaban, dada la falta de garantía, les sacábamos la pólvora (buena) y… no puedo seguir esta parte, para evitar “imitadores”. El pasado año iba a hacer un post descriptivo de anécdotas y ocurrencias, pero los fuegos artificiales son ARMAS y en manos inexpertas son un PELIGRO. Bueno, son peligro aún en manos expertas si están desperfectuosos, por lo que este post es más de conciencia que de vivencia, evitando así la tentación de posibles "inquietos" cibernautas.
Parte de este post es expresarme sobre este problema que cada año trae tristeza a tantos hogares de la República Dominicana. El problema no son los fuegos, nunca lo han sido en un 95% de los casos. El problema es la falta de orientación y conciencia que tienen muchos de los usuarios. Un tío, primos y mis amigos me enseñaron a usar fuegos artificiales desde que era un microbio y sí, me he quemado las manos, la ropa, el cabello, y las cejas… pero fue por jodón, no por falta de conocimiento. El peligro está en que no todo el mundo sabe usar la pólvora, algunos le tienen miedo y es ese mismo miedo por lo desconocido, esa ignorancia del peligro, lo que causa tantas tragedias.
Yo llegué a soplar mechas de unos 2 o 3 milímetros, que si me explotaban en la cara… no estaría aquí. Pero lo hacía a conciencia y con una botella de agua a la mano, por si no funcionaba. He visto y vivido accidentes de todo tipo con fuegos artificiales, pero ante la pregunta de si ¿deben usarse para alegrar las fiestas navideñas? mi respuesta es un rotundo SI; tal vez por las explosiones, o quizás por lo maravilloso de la luz y los colores, o sencillamente porque es un arte milenario que nos invita a compartir un momento de nuestra vida con nuestros seres queridos en un intento de darle un sentido especial a un ratito “mágico” de nuestra existencia.
Algunos recomiendan que los fuegos artificiales sean manipulados por profesionales, con entrenamiento, en ciertos lugares públicos, entre otras mil previsiones; Es una tontería. Yo me he llevado toda mi vida de la simple lógica y del empirismo, tomando en cuenta:
1) Lo primordial, es comprar fuegos artificiales de calidad, no de marca, de CALIDAD. Y siempre asesórese con el vendedor de saber qué CARAJOS usted está comprando, y de ser posible compre 2 de cada uno y haga una prueba… para que no queme a todo el mundo.
2) Los fuegos artificiales “inocentes” deben ser empleados con la asesoría de un ADULTO, SIEMPRE. Un muchacho bruto e inmaduro, con fuegos artificiales: es más peligroso que un terrorista. Los más peligrosos préndalos USTED, mas vale el dolor de un injerto de piel, que su pequeño salga herido por un problema que usted se busco.
3) La zona en que los debe emplear, debe ser una zona abierta (sin techos, cables eléctricos, etc.), y no inflamable (mi grama cogió fuego una vez). No vaya a instalarse en el medio de la piscina, los extremos en nada ayudan.
4) Emplee chisperos eléctricos en vez de fósforos para evitar quemadas innecesarias. Y así se asegura, además, de que el arbolito llegue al Día de Reyes con todas sus ramitas y de que ese mantel oriental no se oriente a la basura.
5) Por Dios, use ropa vieja. Todavía mi mamá me pelea por la cantidad de ropa que usé una sola vez y que parecía un colador. Siempre recuerdo cuando les decía a todos: “Yo no soy muchacho, eso es consejo para los novatos”… solamente quedaba luego el: “Tan bien que te quedaba esa camisa” (o pantalón).
6) Si usted le tiene miedo a los fuegos artificiales, es novato, ha bebido, o es medio bruto: NO USE BOTELLAS DE BEBIDAS (refresco, cerveza, etc) como plataforma de lanzamiento; NO SEA HARAGÁN: busque un pedazo de tubo de PVC de 1”, un envase ancho y un poco de cemento… le durará toda la vida y no la vida de alguien mas.
7) Para una noche inolvidable, sea en Navidad o Noche Buena, COMAN antes de ponerse a FUÑIR con la pirotecnia: por si hay que salir para el hospital o la clínica con usted, no se desperdicien los alimentos; hay muchas personas que no tendrán nada para cenar esa noche :(
8) Si usted pasa de los 30 años, es hombre y para colmo soltero… déjele eso a los más jóvenes: como dice una de mis hermanas “Un hombre viejo y “manchao” es muy difícil que alguna mujer le haga caso”; bueno, tal vez se tope con alguna “ciega”, producto de alguna “pata de gallina” o “vela romana”, mal empleada o defectuosa: en cuyo caso, todo es posible.
9) Compre un aturdidor eléctrico del tipo bastón y si ve a su hijo con algún fuego artificial, pégueselo por unos segundos… así aprenderá: ES BROMA… salvaje. Si su hijo tiene fuegos artificiales y usted considera que no es apto para usarlos, NO LOS ESCONDA, mójelos hasta que se dañen; la vida de su hijo vale más que unas monedas; cómo cree que me queme el cabello y las cejas: pólvora vieja de patas de gallina de 1 año de antigüedad. No prendieron a la primera ni a la segunda, pero a la tercera me prendieron a mí que tenía mi linda cara sobre ella. Por suerte solo se me quemaron los pelos, nada de piel.
10) Por último, recuerde que toda la época Navideña hasta el día de Reyes, es un tiempo especial en sí, por lo que conmemoramos como FAMILIA. La alegría de compartir con un padre, una madre, un hijo, un abuelo, un tío, y los amigos, son lo único que importa. Si usted no sabe mucho de éste tema, NO COMPRE FUEGOS ARTIFICIALES, mire al cielo en Navidad y Noche Buena, y le aseguro que verá la magia de la pirotecnia desde un lugar “seguro”, y en familia.
Al margen de todo, quienes tenemos la dicha de ser inventivos al momento de pasar un buen rato, solo necesitamos un clavo de acero, una llave vieja de agua, un cordón de tenis y una caja de fósforos para obtener un artilugio ruidoso y relativamente inofensivo, llamado TIRA PO.
JOJOJO… Feliz Navidad a todos y todas; Y, les deseo un FELIZ y PROSPERO Año Nuevo. Me voy de vacaciones, las necesito. Debo comprar regalos, terminar proyectos personales, y ver qué me depara el destino. Felices Fiestas y hasta el año que viene.