25 oct 2022

A mis 44.

 


Hace unos meses, noté que mi reproductor de música (iPod) estaba fallando. Bueno, tiene unos años de lluvias, tormentas y sudor; bueno, y, las sacudidas de unos 19 mil kilómetros. Algo de carne le queda. Sorpresa la mía cuando intenté actualizar el iTunes descargado desde Microsoft Store (No se actualiza). Desinstalé todo y busqué la versión original; sin embargo, un “upgrade” del software fue el origen del problema. Los “conspiracionistas” le llaman obsolescencia programada. Y, lo sé, se estará preguntando sobre qué tiene eso que ver con mi edad. Y la verdad, nada; solo que encontré mi último walkman con un casete de “techno” que grabé en 1996. Que cómo lo sé: Canción “where do you go” de No Mercy (Risa). La cosa es que me imaginé comprando una caja de pilas doble A (AA) y como me vería rebobinando con un lápiz estos casetes.

Hace unos días, estaba cargando unos sacos de alimento para ganado. Lo hago desde los 9 o 10 años… y el condenado pesaba más de lo habitual. Joder, que ya me estoy poniendo viejo (Me dije a mi mismo); pero, los llevé hasta la marquesina. Y cuando voy a cargar los de afrecho (100 libras): los levanté con una mano. Inmediatamente me dije: WTF!!!! (Walter Facts, risa… otro post) aquellos no pueden pesar 100 (Tenía los antebrazos rojos… mi papá que me ve me dice: ese alimento debe pesar más de 125 libras. Solo le dije: más de 150; y, no voy a pesar ni uno. Risa x 1000, lo que me lleva a la vista...

Tiendo a elegir “marcadores” entre 200 metros y 2 kilómetros. Marcadores, son personas que caminan, y que paso al caminar. Nota: A 3 años, aún estoy invicto en distancias superiores a 5 kilómetros (No todo el mundo hace 10-12 kilómetros diarios). La cuestión, es que un día del mes pasado estaba mirando a una chica bonita en el horizonte y, después de pasarle (Muy sudado, de lejitos), noté que estaba viendo “borroso” hacia el horizonte. Me dije, ya si es verdad, la “viejitud” me dio de golpe: me estoy quedando ciego, y ni lentes uso. Nada, resignado, llego a la casa, me paro frente al espejo y me veo los ojos rojos. Me lavo la cara, y de lejos puedo verme perfectamente las venas. Y como dice un youtuber español (Meme) me pregunté: ¿Pero, qué ha pasaooo???? Nada, la sal del sudor me irritó los ojos… vista perfecta (Risa) Y, cuado me siento en el sofá cama y me levanto: me empieza a doler un tobillo y me dice mi hermana mayor: “Te pasa por estar privando en muchachito”. Y entre risa, le digo que a los menores de 30 les saco 4 kilómetros en 3 de ellos (Hago 7 y ellos 3km, a no ser que corran). Y que solo fueron 17 kilómetros recorridos… risa. Los dolores, no son por la edad, es por el entrenamiento. Gracias a Dios, por más estrallones, heridas, torceduras, accidentes y golpes: estoy bien de salud. Podría morir de un paro cardíaco, una enfermedad agresiva o un rayo; sin embargo, siempre he disfrutado de llegar al “límite” de las cosas y superarlo. No compito por nadie, ni contra nadie; bueno, contra mi (Mi único adversario). Al final de todo, de esto se trata la vida: de superar lo que creemos que son nuestros “límites”. Y nada, agradecer a Dios por un año más de vida, de salud, de risas y de historias.