Hace unos meses,
noté que mi reproductor de música (iPod) estaba fallando. Bueno, tiene unos
años de lluvias, tormentas y sudor; bueno, y, las sacudidas de unos 19 mil
kilómetros. Algo de carne le queda. Sorpresa la mía cuando intenté actualizar
el iTunes descargado desde Microsoft Store (No se actualiza). Desinstalé todo y
busqué la versión original; sin embargo, un “upgrade” del software fue el origen
del problema. Los “conspiracionistas” le llaman obsolescencia programada. Y, lo
sé, se estará preguntando sobre qué tiene eso que ver con mi edad. Y la verdad,
nada; solo que encontré mi último walkman con un casete de “techno” que grabé
en 1996. Que cómo lo sé: Canción “where do you go” de No Mercy (Risa). La cosa
es que me imaginé comprando una caja de pilas doble A (AA) y como me vería
rebobinando con un lápiz estos casetes.
Hace unos días,
estaba cargando unos sacos de alimento para ganado. Lo hago desde los 9 o 10
años… y el condenado pesaba más de lo habitual. Joder, que ya me estoy poniendo
viejo (Me dije a mi mismo); pero, los llevé hasta la marquesina. Y cuando voy a
cargar los de afrecho (100
libras): los levanté con una mano. Inmediatamente me
dije: WTF!!!! (Walter Facts, risa… otro post) aquellos no pueden pesar 100 (Tenía
los antebrazos rojos… mi papá que me ve me dice: ese alimento debe pesar más de
125 libras.
Solo le dije: más de 150; y, no voy a pesar ni uno. Risa x 1000, lo que me lleva a la
vista...
Tiendo a elegir “marcadores” entre 200 metros y 2 kilómetros.
Marcadores, son personas que caminan, y que paso al caminar. Nota: A 3 años, aún
estoy invicto en distancias superiores a 5 kilómetros (No todo
el mundo hace 10-12
kilómetros diarios). La cuestión, es
que un día del mes pasado estaba mirando a una chica bonita en el horizonte y,
después de pasarle (Muy sudado, de lejitos), noté que estaba viendo “borroso”
hacia el horizonte. Me dije, ya si es verdad, la “viejitud” me dio de golpe: me
estoy quedando ciego, y ni lentes uso. Nada, resignado, llego a la casa, me
paro frente al espejo y me veo los ojos rojos. Me lavo la cara, y de lejos
puedo verme perfectamente las venas. Y como dice un youtuber español (Meme) me
pregunté: ¿Pero, qué ha pasaooo???? Nada, la sal del sudor me irritó los ojos…
vista perfecta (Risa) Y, cuado me siento en el sofá cama y me levanto: me
empieza a doler un tobillo y me dice mi hermana mayor: “Te pasa por estar
privando en muchachito”. Y entre risa, le digo que a los menores de 30 les saco 4 kilómetros en 3 de
ellos (Hago 7 y ellos 3km, a no ser que corran). Y que solo fueron 17 kilómetros
recorridos… risa. Los dolores, no son por la edad, es por el entrenamiento.
Gracias a Dios, por más estrallones, heridas, torceduras, accidentes y golpes:
estoy bien de salud. Podría morir de un paro cardíaco, una enfermedad agresiva
o un rayo; sin embargo, siempre he disfrutado de llegar al “límite” de las cosas y
superarlo. No compito por nadie, ni contra nadie; bueno, contra mi (Mi único
adversario). Al final de todo, de esto se trata la vida: de superar lo que
creemos que son nuestros “límites”. Y nada, agradecer a Dios por un año más de vida,
de salud, de risas y de historias.
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