La vida es así, uno trata y trata de llevar un orden lógico y secuenciado de los factores que componen un “algo”; pero ella se empecina en cambiarle las cosas a uno. El ante pasado sábado (19/02/07) fue inaugurada, aquí en Santo Domingo, la Feria Nacional Agropecuaria 2007. Al otro día mi papá me invitó bien temprano, y arrancamos para allá. Muchos ejemplares excelentes de ganado equino, bovino, ovino, porcino, gallináceas, etc.; además de otros productos relacionados con los cultivos, avances tecnológicos, producción, y en fin todo lo relacionado con la agropecuaria nacional. Pero lo que me interesaba a mí eran los peces y las tiendas de mascotas, ya que hay casi siempre muy buenos precios. Ese día vi dos ejemplares de goldfish (medianitos) que me gustaron, aunque había uno enfermo (como el de la foto). Luego de ver todo, me quedé pensando: Cualquiera compra a esos dos… Pero ya estábamos lejos y le dije a mi papá (que tenía la lengua afuera de tanto caminar), mejor nos vamos, yo vuelvo luego. El viernes pasado me escapé de la oficina y llegué a la Feria Ganadera. A las 8:30 a.m. no había un alma en ese pabellón. Se escuchaban los pericos y las cacatúas haciendo su agosto, pero estaba cerrado, por lo que me fui a recorrer otra vez las instalaciones y a “poner mano”. A las 9:00 a.m. volví al pabellón y me encontré a un guardián y entremetido como soy nos pusimos a hablar sobre animales, haciendo tiempo. Aunque no lo podía creer, cuando abrieron, esos dos golds estaban aún en la pecera (pero el mejor seguía mal, bastante mal). Y tal vez por ser tan LOCO como soy, compré un pez enfermo y tres sanos (una Fantail bien gordita) y 2 shubunkins (variedad que no tenía). Este animalito, similar al de la foto, aguantó 6 días en un ambiente pésimo, y sencillamente YO, no lo iba a dejar morir así por así. Desde ese día lo tengo en cuarentena, está tristón, pero come bien. Vivirá o morirá, sabrá Dios. Yo hago “magia”, no milagros. Eso se lo dejo a El. Casi estoy “durmiendo” con los peces, de tanto rato que les estoy dedicando, por eso ni he escrito. Me puse a pensar en porqué compre aquel animalito, y solo se me ocurrió que fue una mezcla entre amor propio, amor a la naturaleza, amor a lo que hago, amor a los animales y amor a Dios.
Entonces la cuestión sería: Si tengo los recursos, los conocimientos, el ánimo y la fe por hacer algo que sé que es correcto, ¿Por qué no hacerlo?
Algunos dirían que es salvar lo insalvable, que es perder el tiempo, y un desperdicio de energía. ERROR, esta misma situación aplica cada día de tu vida, no solo con un simple “animalito”, sino contigo mismo (a), con tu familia, con tu pareja, con tus amigos (as), con Dios, y con todo lo que haces; No es cuestión de que para hacer “algo” las circunstancias deben ser idóneas, claras, preconcebidas y determinadas. Lo importante es que al dar cada paso sepas cómo salir adelante en cada situación que se te presente, es HACER, si puedes; no DEJAR al tiempo la solución de las cosas.
Se dice que el amor se manifiesta en ACTOS, que sin esos actos no existe el amor. En cierto modo eso es cierto, pero no son los actos los que hacen que el amor sea lo que es, sino que son un resultado del mismo. Este esfuerzo, esta dedicación, esta esperanza es un reflejo del amor que uno siente hacia la vida misma, lo simple de lo complejo. Ahora estoy atrasado por varios post y hoy es el último día de febrero. Sin embargo, yo no voy a escribirlos en un día, no me gusta. Así que habrá un poco de amor en marzo.
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