Cada uno de nosotros está enlazado a los demás por un vínculo llamado Destino; otros le llaman Dios, y algunos... le llaman casualidad. Bueno, las casualidades no existen, solo existen las causalidades (lo que nos lleva a…). Y dado el hecho de que nadie conoce con exactitud el Plan Divino, la cuestión se resume al DESTINO.
Todo en esta vida tiene un comienzo, un desarrollo y un fin, es algo inevitable. Algunos pasan su vida aferrados a un comienzo; otros, buscando el fin de su existencia… Y yo, me pregunto: ¿Cuántos se habrán dado cuenta de que lo único que importa es lo del “medio”? Ese medio, al cual algunos llamamos “El camino de la vida”, las huellas que cada uno de nosotros deja durante lo largo de su existencia. Aquí entra en juego la frase: “Todos somos especiales”. Para algunos es una forma de decir que nadie lo es, y que todos somos iguales, pero no es así. Si usted se ha tomado un momento de su vida para conocer a alguien, sabrá que hay una gran diferencia entre un conocido y alguien por conocer.
¿Cómo llega una persona a tu vida? ¿Qué diferencia marcó durante toda tu existencia? Recuerda que más importante aún que tus propias “huellas”, lo es el hecho de las demás huellas: cada una de las personas que te marcaron, de las cuales aprendiste, con las cuales compartiste y por las cuales eres lo que eres en este preciso momento.
Cada uno de nosotros llega a la vida de los demás, de forma involuntaria. Puedes perder las esperanzas y el día menos pensado un simple: ¡HOLA! arropa de recuerdos tu mente y te llena de felicidad. Cada persona es especial en algo, es nuestra nota característica; y si uno piensa un instante en cada persona que hemos conocido, aquellas con las cuales hemos compartido, con el corazón en la mano, una pequeña parte de nosotros, nos damos cuenta de que nosotros llevamos una parte de ellas en nosotros mismos. Lo que hace especial a una persona, es la huella que dejó en ti y que sin darte cuenta, se volvió PARTE DE TI.
Tómate un momento de tu vida, solo un momento, para ver dentro de ti: y recordarás a todas las personas que más allá del tiempo, de las distancias, e incluso, de la propia vida… te hicieron alguien ESPECIAL.
P.D. Dedicado a todas aquellas personas especiales que ya no están, y a las que no estarán en el futuro; aquí yace su huella, y perdurará en el tiempo, mientras el “destino” lo permita.