Me enviaron este correo. Yo lo leí hace unos años, pero vale la pena postearlo (Jajajaja...).
Las 9 palabras o frases (peligrosas) que las mujeres utilizan con un hombre.
1) “Ok”. Esta es la palabra que las mujeres utilizan para finalizar una discusión (cuando han decidido que ellas tienen la razón, y que tú eres lo más parecido a un idiota);
2) “En cinco minutos”: Si ella se está arreglando, esto significa algo así como media hora. (Pero, si te ha pedido que la ayudes en algo, asegúrate de hacer lo que te dice antes de que venza el tiempo (5 min.));
3) “Nada”: Es similar a la calma antes de la tempestad. Significa “algo”, y deberías estar totalmente alerta (algo te espera). (Las discusiones que empiezan con “nada”, normalmente acaban con Ok… Ver punto 1);
4) “No hay problema”; “adelante, hazlo”; o, “no me molesta”. A nivel práctico, estas tres frases conllevan al mismo resultado: Es un reto frente a su voluntad, y antes de hacer lo que sea que te imagines, ya estarás castigado o bajo sospecha. (Ni se te ocurra hacerlo);
5) “El suspiro”. En realidad, el suspiro es una palabra; pero habitualmente los hombres no la entendemos. Un suspiro alto y claro significa que ella piensa que eres idiota y se pregunta por qué esta perdiendo el tiempo discutiendo contigo por “Nada” (Ver punto 3). Un suspiro bajo, significa que ni caso le ha puesto a lo que le dijiste;
6) “Muy bien”. Esta es una de las frases más peligrosas que una mujer puede decirle a un hombre. (“Muy bien” significa que ella meditará cuidadosamente antes de decidir cómo y cuándo pagarás por tu presente o futura equivocación);
7) “Gracias”. Si una mujer te agradece algo, no preguntes, no te sorprendas, y sobre todo: no dudes; solo di “de nada”;
8) “Me da igual”; o, “me da lo mismo”. En pocas palabras, es la forma femenina de mandarte para el carajo (casi siempre esta conversación termina en Ok);
9) “Como quieras”; o, “donde quieras”. Otra frase peligrosa que significa: reto. Ella medirá entonces qué tanto la conoces o qué tanto valoras sus deseos no explícitos. Si no le atinas, estás perdido y te dirá “me da igual” (Ver punto 8).