¿Alguna vez en la vida has caminado tarde en la noche, lejos de las luces y el bullicio de la ciudad; bajo una luna radiante, y un cielo totalmente despejado? Me atrevo a afirmar que quienes lo hemos hecho, tenemos una visión distinta de la vida. Cada noche nos muestra la otra cara de este mundo y, casi siempre, lo pasamos por alto. ¿Cuando fue la última vez que miraste las estrellas y te cuestionaste sobre la vida? Vivimos en un mundo de dioses, es solo que a veces lo olvidamos, por mirar solo hacia adelante, dentro de una existencia cada día más absurda y mecanizada. Lo cierto es, que la tercera roca desde el Sol: nos da una visión única del Universo.
Recuerdo que desde niño, pasaba ratos mirando al cielo: buscando estrellas fugaces y dejando llevar mi mente hacia el infinito. De ahí mi interés por lo que conocemos como mecánica cuántica… yo quería aprender todo sobre “la energía que mueve el Universo”. Y eso es lo interesante del sol de medianoche (la Luna): te muestra las mismas cosas, pero de un modo totalmente distinto; y, además, te permite ver más allá. De ahí el título del post, y lo siguiente:
Si le preguntaras a una pulga de agua dulce sobre la inmensidad del océano y sobre lo que hay mas allá del horizonte ¿qué crees que contestaría? ella no puede comunicarse contigo, de ninguna forma; no comprende qué es un horizonte o un océano; pero, sobre todas las cosas, no tiene la más mínima idea de que más allá de su reducido hábitat (charca o laguna) hay cientos de lugares similares y muy distintos al suyo. Esa pulga de agua es un ser vivo. Existe, al igual que nosotros y nuestro mundo; y sin embargo, su “mundo” tan cercano al nuestro, se encuentra a millones de años de evolución. Esto, lo digo, como una explicación práctica de cómo nuestra mente se encuentra, literalmente, bloqueada hacia la comprensión absoluta de nuestra propia realidad. Ello se debe, a que nuestro cerebro se encuentra limitado dentro de un rango específico de “energía”, por así llamarlo (similar a nuestro rango de capacidad ocular o auditiva), que nos impide acceder hacia un nivel de entendimiento superior de las cosas que nos rodean. Si les gustan las analogías: nosotros somos como la pulga de agua; y Dios… es el tipo que está teorizando.
Soy de los que sostiene que la vida llegó a nuestro planeta en un meteoro, desde el espacio (quizás, en la propia Luna, pues hay “rastros” que así nos lo indican). También sostengo que en la realidad en la cual vivimos (materia) se aplica el concepto de “frecuencias”; sí, como las frecuencias de un radio, las cuales medimos en megahertz, y en bandas AM, FM, SW, etc. Y sostengo, claro está, que el Todo, es energía (manifestada en diversas frecuencias) y la materia es solo es una manifestación “física” de dicha energía. Dicho esto, imagine a dos emisoras de radio. Ambas coexisten en el mismo espacio/tiempo (lo de universos paralelos es otro asunto, y si nos vamos por el lado de las “bandas” el asunto sería más complicado); Es solo, que cada una emite en su propia frecuencia. Ahora bien, puede ser que esas dos emisoras creen una interferencia entre sí (distorsiones espacio/tiempo); o que, estén separadas por la distancia, y que jamás sus señales converjan por funcionar a frecuencias muy distintas o en cuanto a sus “bandas” de transmisión, a tal punto que solo quien maneja el radio es capaz de captar esa frecuencia específica y por ende, sabe que ambas co-existen en el mismo momento aunque ellas no converjan nunca… dicho esto, y ya que las leyes de la física son invariables sin importar el tamaño de las cosas, sostengo que este ejemplo se aplica a nuestra realidad existencial (física/material).
Ahora bien, nada de lo escrito resulta tan interesante como la siguiente cuestión teológica/existencialista: ¿Puede el Hombre haberse creado a sí mismo? Me explico: los teólogos nos afirman que Dios se creó a sí mismo. Yo no tengo por qué discutir eso (no había nacido… jajaja). Es solo que surge la interrogante: si nosotros estamos hechos “a imagen y semejanza de Dios”, ¿podríamos habernos creado a nosotros mismos? La respuesta depende (y no me voy a meter en esa).
Sostengo que la evolución primate/homínido se desarrollo por el consumo de carne. La explicación es sencilla a nivel práctico, la carne nos ofrece todos los nutrientes esenciales para sobrevivir y desarrollarnos muy por encima de los nutrientes contenidos en la flora. Bueno, en algún momento de la evolución, ya fuera por canibalismo o por necesidad, algunos de nuestros ancestros le tomó el gusto a la carne… el problema (según mi entender) es que ya que la carne era cruda: cualquier virus, bacteria o parásito era ingerido y/o asimilado por nuestro pequeño ancestro (y termino por modificar nuestro ADN). En esencia, este es mi caldo de cultivo para la evolución de algunos primates (que sean mas fuertes que nosotros en la actualidad, no se cuestiona. El problema, es cuestión de “inteligencia” y evolución). Y la cuestión es obvia, creo que algunas de esas carnes tenían virus que se incorporaron a nuestros genes (los seres humanos y los virus tenemos características bastante similares en relación a otros seres vivos: destrucción y supervivencia), lo que nos llevó por este camino conocido como evolución.
A algunos les da risa el tema, sin saber los cientos de millones de dólares y euros que se han gastado estudiando este “relajito” que hoy planteo. Otros, lo consideran tema de ciencia ficción, por eso plantee el tema de la radio: es un ejemplo práctico de que el tiempo y el espacio son conceptos relativos, y que por más que nos creamos el centro del Universo, somos ignorantes del entendimiento absoluto. Y si se pregunta por qué saco todo esto a colación: es que tengo un pequeño enojo con las personas que quieren hacer de los desastres naturales un “negocio apocalíptico”. Hoy en día, aún hay personas que no saben que la Tierra tiene un movimiento llamado precesión, y que este tercer movimiento vinculado al eje del planeta (distinto a la rotación y traslación) es lo que, en teoría, está ocasionando todos esos cambios NATURALES (solo son “desastres” para nuestra especie, que se cree el centro del Universo). Ya he sostenido que el calentamiento global es una teoría incierta, y que todo este asunto del cambio climático es un suceso natural. Y por cierto, en ese sentido está el relajito de los mayas y el “fin del mundo”… esos “indios” sabían más de Ciencia que todos los “expertos” actuales. Y tenían razón en muchos aspectos… salvo, en lo del fin del mundo (que no consta en ningún lado). Ya vendrá su post. (Lo llamaré post-apocalíptico… jajajaj).