Unos días sin escribir… FAMILIA. Creo que esa sola palabra: resume todo. La navidad es magia, ilusión y familia. Este mes, me he dedicado a realizar pequeños “milagros”, buscando ganar alguna que otra sonrisa. Bueno, mi sobrinita se puso “histérica” con el regalo navideño… brincaba como una pulga. Lo cierto es, que me tomó tres semanas encontrar ese bendito regalo (aún vivimos en una selva de concreto). Pero de esto se trata esta época: entrega incondicional a nuestros seres queridos.
Hay demasiadas cosas por hacer (soy multifuncional). Escribir es interesante, pero eternamente aburrido frente a las posibilidades de materializar ideas. Nada importa más que compartir con nuestros seres queridos: nuestro tiempo es finito. Familia, no es solo la unión de sangre, son todas aquellas personas que comparten nuestra vida día a día; aquellos que nos aceptan tal y cual somos, con nuestro millón de defectos y par de virtudes. Y en esta época, el mejor homenaje “navideño” que podemos realizar es COMPARTIR.
P.d. En esta Navidad, gracias a mis sobrinos varones (que están casi de mi tamaño... y con bigoticos (jajaja)), al margen de la FIFA (soccer), he hecho un entrenamiento intensivo de combate urbano: vestido con nanotecnología (Crysis2); y en un ambiente post apocalíptico (Rage). Gracias a la gente de Sony (Playstation 3), por hacer de los juegos de videos una experiencia virtualmente entretenida. Tío Fran, sigue siendo el mejor jugador de cualquier plataforma de videojuego (jaajjajaja).
Feliz Navidad a todos y cada uno de ustedes; y un próspero Año Nuevo: lleno, de las mejores cosas imaginables y por imaginar… de corazón.