8 sept 2009

Aguanta un Poco más.


Hoy he tomado un respiro para escribir unas cuantas palabras. Hace mucho que no escribo y sería bueno aflojar un poco los dedos con “algo”. Hace unos días me llegó esto por correo, y me gustó el mensaje, así que lo comparto:

AGUANTA UN POCO MÁS…

Se cuenta que en Inglaterra había una pareja que gustaba de visitar las pequeñas tiendas del centro de Londres. Al entrar en una de ellas se quedaron prendados de una hermosa tacita. “¿Me permite ver esa taza?” preguntó la señora, “¡nunca he visto nada tan fino!”

En las manos de la señora, la taza comenzó a contar su historia:

“Usted debe saber que yo no siempre he sido la taza que usted está sosteniendo. Hace mucho tiempo yo era solo un poco de barro. Pero un artesano me tomó entre sus manos y me fue dando forma. Llegó el momento en que me desesperé y le grité: “¡Por favor... ya déjeme en paz...!” Pero mi amo sólo me sonrió y me dijo: “Aguanta un poco más, todavía no es tiempo”;

Después me puso en un horno. ¡Nunca había sentido tanto calor!... toqué a la puerta del horno y a través de la ventanilla pude leer los labios de mi amo que me decían: “Aguanta un poco más, todavía no es tiempo”;

Cuando al fin abrió la puerta, mi artesano me puso en un estante. Pero, apenas me había refrescado, me comenzó a raspar, a lijar. No se cómo no acabó conmigo. Me daba vueltas, me miraba de arriba a abajo. Por último me aplicó meticulosamente varias pinturas...Sentía que me ahogaba... “Por favor déjame en paz”, le gritaba a mi artesano; pero él sólo me decía: “Aguanta un poco más, todavía no es tiempo”;

Al fin, cuando pensé que había terminado aquello, me metió en otro horno, mucho más caliente que el primero. Ahora si pensé que terminaba con mi vida. Le rogué y le imploré a mi artesano que me respetara, que me sacara, que si se había vuelto loco. Grité, lloré; pero mi artesano sólo me decía: “Aguanta un poco más, todavía no es tiempo”;

Me pregunté entonces si había esperanza... si lograría sobrevivir aquellos tratos y abandonos. Pero por alguna razón aguanté todo aquello. Fue entonces que se abrió la puerta y mi artesano me tomó cariñosamente y me llevó a un lugar muy diferente. Era precioso. Allí todas las tazas eran maravillosas, verdaderas obras de arte, resplandecían como solo ocurre en los sueños. No pasó mucho tiempo cuando descubrí que estaba en una fina tienda y ante mi había un espejo. Una de esas maravillas era yo. ¡No podía creerlo! ¡Esa no podía ser yo!

Mi artesano entonces me dijo: “Yo se que sufriste al ser moldeada por mis manos, mira tu hermosa figura. Se que pasaste terribles calores, pero ahora observa tu sólida consistencia, se que sufriste con las raspadas y pulidas, pero mira ahora la finura de tu presencia... y la pintura te provocaba nausea, pero contempla ahora tu hermosura. Y, ¿si te hubiera dejado como estabas?... “¡Ahora eres una obra terminada!, ¡Lo que imaginé cuando te comencé a formar!”.

Cada uno de nosotros es una taza en las manos del mejor alfarero: Dios. Confía en El, aunque muchas veces no comprendas por qué permite tu sufrimiento: AGUANTA UN POCO MÁS Y VERÁS… todo pasa por una razón :)

15 jun 2009

Second Hand Serenade: Stranger.

Hace ya muchos años sucedió una vieja historia; y hace un tiempo, una de mis sobrinas rockeras (lo de rockero se hereda... jajajaj), me prestó el cd de este grupo, que no es un grupo, es un solista... y bueno, las serenatas de segunda mano ya son una vieja historia, por lo que aquí les dejo el video de la canción que más me gustó, y la estarán escuchando de "fondo".

Durante el primer minuto de conocernos, todos somos extraños. Quizás lo maravilloso de la vida es llegar a conocernos, algún día. Aquí se los dejo:

31 may 2009

Cosas de un estudiante.

El estudiante, es un animalito interesante. A pesar de que aparentemente se pasa la vida académica en un círculo vicioso de agonías y tormentos, a la larga, puede ver una luz al final del camino: su graduación. Pero lo interesante, no es esa saciedad de conocimiento atiborrado de las melancolías propias de un académico que lo motivan a seguir adelante pese al infinito tormento, ni tampoco los cuchumil exámenes que hay que sortear, ni las masivas evaluaciones de todo tipo que recibimos en los postgrados.

Los tristes e ilusos profesionales que pensábamos que los días de colegio habían quedado atrás, al iniciar un postgrado vemos las mismas mañas, y rememoramos aquellas viejas añoranzas de los años mozos. La vida cambia, nosotros cambiamos y el mundo en general cambia a cada segundo, de ahí que cada día debamos esforzarnos cada vez más por actualizar nuestro conocimiento y ser mejores profesionales, lo que nos asegurará una mejor vida futura… al menos en teoría.

Yo por mi parte, estoy preparando mi tesis de la maestría, de ahí que este blog sea un espectro indiviso del olvido, pero solo en apariencia, hasta que el autor llegue a culminar esta faceta del libro de su vida que pronto llegará a su fin. A mis amigas y amigos, compañeros y lectores habituales, ustedes no están perdidos en el olvido, solo es el resultado de una necesidad pasajera que me empuja a buscar otro camino y hacer del tiempo mi aliado fuera de Red.

Cada vez tengo menos tiempo para mi egoísmo, para mi refugio, pero a esta parte de la vida se le llama vivir, y no puedes enviar a nadie más a hacerlo: vivir te toca a ti. Yo doy gracias a Dios por lo que soy y lo que tengo, y espero volver pronto a escribir.

P.D. Ya cumplí mis quince años en la Red: Hack... Geek... hay tanta historia cuando se lleva media vida entre tecnologías y computadoras, que en algún tiempo tendré que escribir mis Memorias :D