14 oct 2006

Los peces, pasatiempo y esclavitud…


La vida te da dos opciones: o te complicas la existencia, o ella (la vida) te la complicará. Es decir, o buscas los problemas, o ellos te encontrarán a ti. Simple lección de vida. Como ha de notarse, hace unos días que no escribo casi nada, todo es de alguien o un breve comentario de otra cosa. Nunca he negado que me encanta complicarme la existencia, te da la “ilusión” de tener el control de las cosas. Pero estoy seguro al 1000/100 de que nada en esta vida puede controlarse. He estado bastante “entretenido” con mis peces. En palabras de un conocido: “el pecao es un pájaro difícil de mantener”.

Para los principiantes que compran peces (inventando y sin saber), casi siempre al mes están todos los “pecaitos” tiesos, ya sea por el agua abombada (exceso de alimento), o por la falta de “maduración” del acuario (= $$$ perdidos). La gente siempre me pregunta por mis peces, los “gorditos” (goldfish). Parece que todo el mundo se pregunta: ¿Qué pasa cuando los pecaitos no se mueren? ¿Hay vida después del mes? ¿Por qué se me murieron? ¡Me engañaron! El gran guru del sifoneo (limpieza del fondo del acuario) siempre respondo: “Aunque no lo creas, si te preocuparas por aprender de las cosas antes de meterte en ellas, podrías salir adelante ante cualquier imprevisto”. (Esto aplica para todo en la vida)

Ah no, siempre es la misma historia: compran una pecera gigante de RD$10,000.00 (unos 300 dólares), bombas de agua, filtros, aireadores, plantas, generadores de co2, más adornos que un bazar, comida como por un año y, por último, se compran los peces más raros y caros.

Llegan a la casa, llevándose de un tipo que sabe menos que ellos (el de la tienda). Cogen una manguera, llenan la pecera del agua de la llave (con cloro y alcalinísima en RD) hasta arriba, le meten mas plantas que a un vivero, y después que se está rebosando la pecera le meten el primer cubo sucio de detergente que encontraron, para sacarle el “exceso de agua”. Con el agua turbia por el viaje de cloro (potabilización), con la bomba de agua prendida (que puede servir para la pecera y para la casa, de la fuerza que tiene) largan esas pobres criaturas indefensas, víctimas de la comercialización y de la belleza natural que poseen, en ese lugar conocido como su “última morada”. Al resultado le llamaríamos “matación muritiva”. Es decir, no se murieron, usted, y su amiga la ignorancia, los mataron. Al día siguiente, ya no es una pecera, es un ataúd con agua.

Grande es cuando usted le compro la pecera a un hijito o hijita, y se le salen los lagrimones (por su masacre)… Usted, como un buen padre o madre ignorante, lo resuelve todo diciendo, “no te preocupes, mañana te compro 10 más". Suponiendo que antes eran 4 o 6… el resultado será el mismo… peces tiesos. ¿Quién gana por su ignorancia?... las tiendas. Tómese diez minutos y busque información sobre la variedad de esa cosita de agua que le interesa, la información no pesa y es una herramienta valiosa.

Bueno, mi falta de "descompresión" se debe a que, en teoría, la época de apareo del goldfish es de junio a agosto. Los peces no saben leer el calendario, se guían por los cambios térmicos del agua. Bueno, estamos en octubre, y en República Dominicana hace un calor del diantre. Tengo una pareja en cortejo desde hace una semana, pero los tengo en un tanque secundario no apto para reproducción, por su forma y dimensiones. Hace más de una semana que me cogió con hacer un estanquecito de reproducción.

Mi querida ley de Murphy. En resumen, tuve que idear un proceso de perforación y cincelado que no vibrara, porque podría dañar el tanque principal, con quien comparte un muro, lo resolví a puro TALADRO como Daddy Yankee; cemento de mala calidad en otro muro que era una casa de perro, tuve que fabricar una nueva columna; un jodido hormiguero entre el cemento (rojas, y me picaron esas desgraciaditas) pero se quedaron enterraditas dentro del cemento; y por último el suelo, tuve que hacer un vaciado de concreto armado sobre tres varillas, porque no podía picar el cemento del fondo. Hoy la empañeté, no siento la espalda, me duelen los femorales, y tengo una semana que no voy al gimnasio (con qué fuerzas). En fin, un problema mata a otro. Al entretenerme de albañil, ingeniero, arquitecto, herrero, carpintero y vago, no he sentido necesidad de “descomprimirme”, ya que cada “ratito” que tengo, se lo dedico a esos gorditos.

Si crías bien los peces, cumplirán su ciclo evolutivo: crecerán, se reproducirán y morirán. Con suerte y cuidado, vivirán muchos años; lo maravilloso de esto es que algunas de sus crías serán mejores ejemplares que sus progenitores, con una multiplicidad de variedades y colores. Esos animalitos se convierten en nuestra exclusiva responsabilidad, los cuidamos, los vemos crecer, vivir, y hasta los malcriamos, pero al final nos dan una felicidad que no se puede comprar. Te permite admirar el don de la vida, el mayor regalo de la creación.

En fin, de aquí a 6 meses, ya tengo planeado hacer mi SUPER PECERA, ya la tengo ensamblada en mi cabeza, pero me falta esa cosita que llamamos tiempo. Me estoy riendo… hay muchas clases de locos en el mundo, pero si somos felices, qué importa.

Aprecia lo que te da la vida, no busques explicarte el por qué de lo que no te dio…

6 comentarios:

Anónimo dijo...

no se si ya lo dije, pero una vez mi papa llego con una peceritica de esas que venden en los semaforos con dos goldfish que me duraron 1 año...asi qe no me fue tan mal, aunque fui media desgraciada por que nunca los cambien de su casa :S

Fran dijo...

Ayi, si te duraron un año, los cuidaste bien, aunque duran unos 10.

Alma dijo...

Ella: Negroooooo! (ese soy yo),
Yo: a ver, Negra (mi esposa) qué pasó.
Ella: los peces se están muriendo,
Yo: y qué le hiciste
Ella: nadaaaaaa, yo creo que están muy viejos,
Yo: pero si solo tienen 3 años...
Ella: ay! yo no sé que pasa.
Yo: ¿dónde están?
Ella: estaba limpiando la pecera y los eché en la tina.
Yo: y la tina estaba limpia?
Ella: sí, si acabo de lavar unas medias con detergente
y clorox en ella...
Yo: Negraaaaaaaa, que los estás matando, sácalos de ahí.

Cuando fuí pude salvar solo a un ángel que sobrevivió a la masacre,
pero mirándolo del punto positivo; aprendió las condiciones que debe
estar el recipiente de echarlos cuando limpia la pecera. La
segunda masacre fué cuando mezcló los goldfish con los ángeles, ya
sabe que no se llevan bien.

DTB

Fran dijo...

Qué duro amigo, ja,ja,ja...

Anónimo dijo...

pero creeme que duraron mucho por que en la mini pecerita que estaban tenian que durar 3 dias :S

Liliana dijo...

Si tengamos el control de algunas cosas, las decisiones que tomamos tienen repercusiones. Pero no resto la veracidad de tus palabras, hay cosas incontrolables. Tu reflexión final está excelente, hay que apreciar la vida...
Saludos!