Bueno, luego de 10 años sin tocar una pelota de Basketball, este fin de semana tuve la oportunidad de estrenar la cancha de mi sobrino menor. Pese a tener solo 10 años, es un niño “Super”… al igual que yo lo fui (deportista). Su “canchita” es semi-profesional (su papa quiere usarla... y yo voy a sudar en Navidad) y nada, con zapatos y jeans me pasé tres maravillosas horas recordando por qué me llamaban “la leyenda”. Cuanta risa; llegué a la casa a ver los peces de mi hermana, y ella me recordó la cancha, tome la pelota del piso, y los primeros 5 o 6 tiros se quedaban cortos y desviados (suerte que no había nadie viendo), ya que la cancha está a unos 9 pies de altura y mi brazo “oxidado”.
Pero en 10 minutos, el gym y la edad cedieron ante el recuerdo y surgió ese adolescente que jugaba de 2 P.M. a 10 P.M. los 7 días de la semana durante unos 4 años, principalmente, en una “canchita” puesta en un palo de luz a una esquina de su casa (Historia Patria). En este tiempo, había olvidado ese maravilloso sonido de la malla cuando el tiro era perfecto (“de mallita”). Wau, cuantos viejos recuerdos, decenas de amigos, historias y jugadas de leyenda, lugares, heridas, golpes, triunfos y derrotas, son algunas de las palabras que componen viejos recuerdos vividos.
Como a los 15 minutos de estar jugando solo, llegó mi sobrino mayor con mi hermana menor(también de 10 años) y fue a buscar a mi otro sobrino que estaba jugando en su PC. Ellos son como mini-Yo, o a eso aspiran, por eso debo de darles un buen ejemplo. Esa es la importancia de la Familia: compartir momentos especiales, y enseñarlos a crecer. Jugamos “escalera”, tiros libres, 2 para 1 (ellos contra yo), marcamos jugadas, pisoteamos unas 30 matitas recién plantadas (y guardamos silencio :D) y fueron tres horas maravillosas no solo por compartir con mis cabezoncitos, sino porque recordé que parte de lo que soy se lo debo al basketball, no por fuera sino por dentro: aprendí sobre amistad, trabajo en equipo, PACIENCIA, humildad… y sobre todo, algo que nunca se me olvida es NUNCA ir a un barrio “caliente” (delincuencia) y ganarles en su cancha… tuve que correr mucho… y no "hemos" vuelto por ahí.
Por cierto, se estreno hace diez días “IRONMAN”, uno de mis personajes favoritos, tanto por su armadura como por su personalidad. Me reí leyendo a un crítico de cine acabando con dicha película de racista e imperialista… y ha sido un éxito rotundo (debo ir a verla). Por mi parte, yo veo este personaje como un ser humano dispuesto a mejorar sus deficiencias cada día empleando su mejor arma: su cerebro. En fin, debo trabajar, tengo muchísimo trabajo y no sé qué hago escribiendo. Espero visitarlos pronto.
Pero en 10 minutos, el gym y la edad cedieron ante el recuerdo y surgió ese adolescente que jugaba de 2 P.M. a 10 P.M. los 7 días de la semana durante unos 4 años, principalmente, en una “canchita” puesta en un palo de luz a una esquina de su casa (Historia Patria). En este tiempo, había olvidado ese maravilloso sonido de la malla cuando el tiro era perfecto (“de mallita”). Wau, cuantos viejos recuerdos, decenas de amigos, historias y jugadas de leyenda, lugares, heridas, golpes, triunfos y derrotas, son algunas de las palabras que componen viejos recuerdos vividos.
Como a los 15 minutos de estar jugando solo, llegó mi sobrino mayor con mi hermana menor(también de 10 años) y fue a buscar a mi otro sobrino que estaba jugando en su PC. Ellos son como mini-Yo, o a eso aspiran, por eso debo de darles un buen ejemplo. Esa es la importancia de la Familia: compartir momentos especiales, y enseñarlos a crecer. Jugamos “escalera”, tiros libres, 2 para 1 (ellos contra yo), marcamos jugadas, pisoteamos unas 30 matitas recién plantadas (y guardamos silencio :D) y fueron tres horas maravillosas no solo por compartir con mis cabezoncitos, sino porque recordé que parte de lo que soy se lo debo al basketball, no por fuera sino por dentro: aprendí sobre amistad, trabajo en equipo, PACIENCIA, humildad… y sobre todo, algo que nunca se me olvida es NUNCA ir a un barrio “caliente” (delincuencia) y ganarles en su cancha… tuve que correr mucho… y no "hemos" vuelto por ahí.
Por cierto, se estreno hace diez días “IRONMAN”, uno de mis personajes favoritos, tanto por su armadura como por su personalidad. Me reí leyendo a un crítico de cine acabando con dicha película de racista e imperialista… y ha sido un éxito rotundo (debo ir a verla). Por mi parte, yo veo este personaje como un ser humano dispuesto a mejorar sus deficiencias cada día empleando su mejor arma: su cerebro. En fin, debo trabajar, tengo muchísimo trabajo y no sé qué hago escribiendo. Espero visitarlos pronto.
“No es la armadura lo que hace a un caballero, es el caballero el que hace a la armadura”.
4 comentarios:
Querido Fran, es hermoso compartir de esta manera... Cuando estoy con mis sobrinos disfruto tanto!!!
Y me río y les hago cosquillas, y reforzamos los vínculos.
También es bueno volver a ciertos espacios temporales y físicos, que envuelven nuestra historia.
Recuerdo un viaje a mi ciudad natal, que le pedí a la dueña de una casita sencilla y blanca, que me permita pasar: era la casa donde nací y me crié en mis primeros 4 años.
Todo un momento emotivo, cálido. Cierro los ojos, y aún estoy ahí..
Te dejo este abrazo, cuidate, estudiá y descansá.
Sos de esas personas que me acarician el ♥.
Un beso!
Gracias Patricia (Ferip, igual para tí. Lo del descanso está dificil: hay mucho trabajo y estudio. Igual eres tu de especial para mí, así que cuídate mucho.
Vengo a ver al "jaker" que nunca prosperó!
jeje!
No te veo de jacker y abogado....aunque, dicen que las monedas tienen dos caras...
Cuidate también!
gracias por el piropo! ♥
El hacker prosperó Ferip, y mucho; pero esa es otra historia :)
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