A mitad del Camino.

Parece mentira, pero soy un estudiante desde hace ya un año. Hay batallas que se ganan sin una espada, hay retos que se vencen con la razón y no con la fuerza, y hay momentos en los que uno se pregunta: ¿Qué diantre hago yo estudiando?… creo que hasta la cabeza me ha crecido, ya que el birrete me está quedando mas ajustado. Bueno, siempre logro lo que me propongo hacer, sin importar las adversidades. Mi madre dice que es porque soy demasiado “insistente” en las cosas como mi papá, y que soy muy competitivo, que no se perder, bla, bla, bla… y la doña tiene razón.

Dejé el gimnasio por los estudios, ahora hago ejercicio de noche en casa. Mis peces, han tenido que sufrir un poco mis descuidos, pero están grandes y gordos. Quiero venderlos y quedarme con 2 o 3, ya que, al margen de los adultos y de todos los que he regalado, los alevines de aquella vez ya son jóvenes (unos 50)… y son demasiado para mi bolsillo (comida = $$$).

Sobre la Universidad, he tenido que hacer de las mías. He hecho reír y llorar a muchas personas, en los momentos difíciles. Todos adoran mi peculiar forma de ser y eso ha servido para integrar más a un grupo de personas tan heterogéneo. La verdad que hemos mal pasado en este año con profesores locos, cúmulo de trabajo en la oficina, muchas prácticas, investigación en derecho comparado… esa gente (profesores) no recuerda que uno es un ser humano. Pero cada día nos integramos más como grupo; ya hasta tenemos un foro (iniciado masivamente por mí con un poco de bromas, sarcasmos y poesía) donde compartimos nuestras teorías, clase, frustraciones, sentimientos, etc.; y, sí Ferip, he derretido bastantes mujeres con mi magnetismo, pero de eso no hay nada que escribir, ya que a cada persona le saco su espacio y su tiempo en particular.

Siempre digo que: “De a pasos se hace un camino, y el camino a algún lado lleva”, así pués, habrá que esperar a terminar esta Maestría para hacer un post acabado sobre lo vivido. La historia se continúa escribiendo…