Lo que nos trajo aquí y ahora, es una simple confusión (inducida) entre la culminación de una “Era” mesoamericana denominada como “El Quinto Sol”, y la determinación astronómica (alineación planetaria) de “ciclos” de la Tierra (sequías, inundaciones, eclipses, etc.). Como siempre he señalado, el problema no es mera ignorancia, o temor; Cada día mas y mas “vividores”, “tígueres”, “manipuladores”, o como usted quiera llamarles, escudan sus creencias (pseudociencias) tras la propia ciencia. Este tema, es un problema de desinformación. Mi labor, es sencillamente: ilustrar. No me crea nada, e investigue por su cuenta.
Ya había escrito, hace años, sobre la isla de Pascua, y algo que siempre me llamó la atención era la similitud entre los grandes moais y algunas pequeñas estatuas Chachapoyas (Son idénticos en forma y facciones; salvo, por las dimensiones, la ubicación... y la finalidad religiosa); y, partiendo del hecho de que los Chachapoyas fueron “absorbidos” por los Incas… tengo la historia de los orígenes de la migración del continente americano casi completa. En este punto, llego a mis amigos, los Olmecas (me fascinan las cabezas de piedra gigantes, las cuales tienen rostro “asiático”… hola polinesios (cultura lapita); gracias, por poblar América. Lo siento, quizás, aún usted cree el “cuento” de “caerle atrás” a la comida por el Estrecho de Bering… sorpresa).
Entonces, los Olmecas, origen de las tribus mesoamericanas, de la escritura, le epigrafía… y de la mitología maya. Anteriormente, había señalado la inclinación de las antiguas culturas prehispánicas en relación a los “espíritus” (de la naturaleza). Aquí, en esta cultura, debería mencionar el origen “americano” del inframundo, heredado posteriormente a los mayas. El inframundo, existe desde los orígenes de la civilización en todas las culturas antiguas importantes alrededor del mundo. Y no, no se refiere a un “infierno”, o algo maligno; sino, por el contrario: al origen de la vida. Dentro de la mitología Olmeca, encontramos al majestuoso dragón y la serpiente emplumada (que nos sirven para conectar a otras culturas: hola, Aztecas); pero, el “espíritu” que a mi me interesa, era el que ellos llamaban “el espíritu de la Lluvia”, el cual pasó a la cultura maya como Chaac. Me interesa, porque, según la mitología maya, antes de su “mundo” (civilización), habían existido otros “mundos”, destruidos por el diluvio (agua). Además, debo señalar, que un elemento “importante” heredado de los Olmecas fue el uso de alucinógenos… para fines religiosos (al menos, eso decían ellos), los cuales nos llevan al punto de partida de las “visiones apocalípticas”.
Hace unos meses me topé con una investigación sobre una cueva sumergida en Yucatán (no, no es un senote… hogar de Chaac), cuya infraestructura (restos) es idéntica a la descripción del inframundo Olmeca. El problema, es que fue hecha por los mayas… en base al Popol Vuh. Esto, es una prueba de que, para los politeístas mayas, el inframundo era algo real (Nota: si bien podemos dudar de la fidelidad/autenticidad del Popol Vuh como texto… el “librito” nos sirve para el ejemplo... de fe).
Ahora bien, los mayas. Quizás, lo primero es establecer que el Calendario de Cuenta Larga, ese que se toma como base para los supuestos sucesos del 21 de Diciembre del 2012… NO ES UN CALENDARIO MAYA. Sencillamente, ellos lo usaban, al igual que otros pueblos mesoamericanos, debido a la valiosa información que contenían (¿lo inventaron los Olmecas, o lo heredaron?… esa es su tarea). Algunos autores señalan que dicho registro sirve para establecer hechos de importancia “política”; pero, en realidad, a parte de ser un instrumento de registro astronómico/matemático, que orientaba sobre el “clima”, su valor intrínseco radica en el registro de los “ciclos de la tierra”, digamos, que es una visión empírica de los cambios de la Naturaleza (partiendo de la astronomía), transmitidos oralmente de generación en generación (sequías, inundaciones, eclipses, etc.), con un grado de certeza impresionante.
¿Por qué llevar registro de los fenómenos del clima? Es sencillo: ellos (Olmecas, mayas,etc.) eran agricultores. El imperio maya, al margen de su estricta jerarquización social, llegó a tener ciudades de más de medio millón de personas. Imagine la cantidad de comida que debían consumir todas esas ciudades; de ahí, la importancia del dios del maíz (Olmeca) y de que, nosotros seamos los “hombres de maíz”. Bueno, por otro lado, creo que más importante que los tres calendarios que empleaban los mayas, vienen a ser los Códices. Un imperio en donde pocos sabían escribir, necesitaban afianzar su unidad; y la religión, era un buen método para dirigir las “masas”. Súmele siglos de sabiduría heredada de otros pueblos asimilados o vencidos en batalla, orientada hacia una concepción armónica (numérica) del Cosmos, y obtendrá la célebre frase maya: “El futuro, está escrito en el pasado”. Dicha frase no tiene nada de místico, sencillamente, se trata de que nuestro planeta, al igual que todo el “Cosmos”, cumple con determinados ciclos. Y qué mejor arma (frente a la ignorancia de un pueblo) ante la inclemencia del tiempo que el conocimiento místico del “futuro”.
Para desgracia de la humanidad, estos Códices, que albergaban más de ocho siglos de tradición oral y cultura antigua, fueron quemados en su gran mayoría por la iglesia católica (española) de la época; ya que, a su entender, “atentaban directamente contra la palabra de Dios” frente a un pueblo que debía ser convertido al cristianismo… así de exactos eran aquellos “libritos” en su contenido. En la actualidad, a pesar de que algunos códices sobrevivieron (creo, que tres), y otros fueron “reescritos” o “traducidos” (Popol Vuh… que, para mí, es falso, pues es una adaptación orientada al catolicismo… si necesitan pruebas: hoy lo llaman la “biblia maya”), y dado el hecho de que un 70% de los habitantes de Yucatán habla en la actualidad derivados de la lengua maya, unido, claro está a una influencia católica: hay interpretaciones distintas de las mismas “profecías” mayas. Aún hoy, se discute si este imperio decayó por su sobrepoblación; si fue por una larga sequía provocada por la quema indiscriminada de bosques para fabricar estuco para los templos (y luego, por inundaciones en los terrenos áridos (deforestados)); si el pueblo perdió su fe en las élites religiosas (sus sacrificios humanos no daban resultado), o si fue una combinación de algunas, y de las guerras libradas por subsistir.
Bueno, y ¿Por qué todo termina el 21 de diciembre del 2012? La respuesta sencilla, es que en esa fecha termina un ciclo (actual) denominado como “El Quinto Sol”, la quinta Era mesoamericana (no es maya, lo que sucede es que se hace referencia de ella en el Popol Vuh… y como siempre, las cosas se distorsionan a conveniencia), la que durará un período de 5,125 años. Y qué mejor fecha que el solsticio de invierno (un saludo a los hermanos Aztecas). Debo señalar, que los mesoamericanos (incluyendo a los mayas) hacen referencias a fechas posteriores a ésta, la cual denominan como el Sexto Sol. Época de luz y de iluminación del entendimiento... ya le haré su post.
No hay nada apocalíptico en esa fecha. Lo que sucede, como expuse anteriormente, es que se ha mezclado con los “ciclos” de la Tierra; y ambos cosas son distintas. El Sexto Sol hace referencia a una “nueva Era terrestre” (período de tiempo), la cual tiene como punto de partida la observación astronómica de la Vía Láctea y las constelaciones (alineación planetaria). Lo de las “profecías” (que no son mayas, sino mesoamericanas), es tan solo el aspecto que comentaba anteriormente, sobre el registro empírico de los fenómenos de la naturaleza, los cuales han sido bastante certeros. Hay algo de qué preocuparnos: no. Tenían razón los mesoamericanos con la predicción de fenómenos naturales: absolutamente, si.
Al final, solo queda una pregunta: ¿Qué es la vida? ¿Un tiempo?... ¿Un lugar?... ¿Un camino?... o sencillamente, la inspiración de una existencia volátil, enfocada en que el mañana será mejor que el hoy. Y por qué no: un árbol, que entierra sus raíces en el más inhóspito suelo, hasta llegar a un lugar desconocido que le ayudará a perdurar. No hay una respuesta exacta para definir el ciclo de la vida. Sin embargo, la simple complejidad de una existencia momentánea, es lo que nos define. Como humanos, anhelamos estar por encima de todo cuanto existe. Queremos ver más allá de lo que los ojos ven, y comprender lo desconocido. Cuando no podemos asimilar lo inesperado e incomprendido, sufrimos una sensación ambivalente a la cual llamamos miedo. Y el miedo, siempre ha sido usado como un arma... y es un buen negocio. Mi consejo: trate de aprender algo nuevo cada día; y su vida, no pasará en vano, pues su existencia perdurará más allá de su tiempo.
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Escuchas: A Year Ago - Kenny G.
6 comentarios:
nos vemos en el sexto sol...
P.d. Espero volver antes del 21/12/2012 (fin del mundo... cosa que no es cierta, como probaré científicamente... jajjajaja). Y, me mantendré "rondándolos".
es como un tema recurrente en este blog...el fin del mundo...
:P
Aquí estoy fran... Estás acabando en sentido teórico con una de mis más apreciadas ambiciones, la de un final del mundo. Yo te he comentado que sueño con un apocalipsis, sea con meteorito o con los mayas. Ansío de verdad poder observar el nuevo camino de la evolución en la tierra si hay una llamada catástrofe, claro, quedando yo vivo. Pero vienes tú y me despiertas.
Yo no entiendo la imagen que usas en la entrada.
y ahora una caminadita por tus palabras.
"Al final, solo queda una pregunta: ¿Qué es la vida? ¿Un tiempo?... ¿Un lugar?... ¿Un camino?... o sencillamente..."
La vida fran, es aquello que va sucediendo mientras te dedicas a pensar y hacer otras cosas.
Más o menos así dijo Lennon
Sabes que me agrada de esas palabras tuyas, que no limitas la vida a la existencia humana. Cuando las personas hablamos de la vida y la muerte, CREEMOS que es un asunto humano. Al parecer, y notando la variedad de las especies, no somos tan importantes como pensamos. Cientos de millones de años sin estar presentes como especie en la naturaleza basta para demostrarlo.
Y me voy a revisar rápidamente, porque estamos coincidiendo en algo...
"...trate de aprender algo nuevo cada día; y su vida, no pasará en vano, pues su existencia perdurará más."
Sumemos a esas palabras que indican un norte franco para la juventud las siguientes: aprendamos a conjugar el verbo legar. Puede que seamos lo que hacemos, pero SEREMOS lo que legamos...
Con relación al apocalipsis que comentas en la entrada no voy a decir nada. Me basta con tu negación, bien condimentada, por cierto...
Un saludo.
"nos vemos en el sexto sol..."
Nos vemos, también. Si es que no es muy caliente, el que tenemos ya me resulta desesperante.
Sean felices.
Mi querida Ayi, creo que mis "citas bibliográficas" son prueba de que es lo contrario... jajajaja.
P.d. Hola, Señora.
A ver, maestro Soy: Vea lo positivo, este mundo está lleno de cosas magníficas e increíbles; las cosas malas (incluyendo las personas), solo están ahí, para recordarnos lo bueno y mantener el equilibrio.
El chihuahueño, es un perrito “mesoamericano”. Pasó por las manos de los mayas; y, aunque se duda de su origen, todo el mundo lo quiere. Si se fija en el hueso “gigante”, parece achicharrado por el Sol (fue asado), lo que unido al hecho de que “solo los puros de corazón” sobrevivirán para ver el sexto sol… el chihuahua sobrevivirá de seguro: es el perrito más noble y valiente que hay. Si le suma la nobleza del chihuahua a un hueso asado, tendrá una buena imagen para un post apocalíptico (o de chihuahuas).
La vida: hahaha Lennon… me refiero a ella como un ciclo perpetuo entre los seres vivos. Somos otra especie más, aunque, distinta.
El legado… es la base de nuestra vida. Un saludo para ti también, amigo.
Fran
Que bueno que explicaste la imagen, no creo que muchos pudieran entender la idea que nos brindas en ella, jeje. Yo que pensé que significaba "a otro perro con ese hueso"
Increíble.
Un saludo.
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