Los seres humanos, vivimos, para hacer realidad lo imposible, lo improbable y, en esencia, cada uno de nuestros sueños. Nacemos en un mundo perfectamente imperfecto, en donde cada día tenemos una excusa para hacer de esta realidad, algo mejor.
La navidad es una época en donde nuestro espíritu, sin importar la edad, se pone de manifiesto. Puedes ver el mundo, con los ojos de un niño; y la magia, jamás termina. Puedes ver el mundo, con los ojos de un joven; y verás su deseo, siempre en búsqueda de algo mejor. Puedes ver el mundo, como hombre; y, sabrás valorar lo que tienes, y como corregir algunas cosas en el camino; Y, si tienes la suerte, podrás ver el mundo, desde los ojos de un anciano… una mezcla de todas aquellas formas de ver las cosas; y, a la vez, una forma particular, ya que aprendes a valorar las cosas de un modo más personal; y tratas, de que todo se haga a tu manera (por algo son los años, ¿no?... jajaja)
Lo que llamamos el “espíritu” de la navidad, no es más que la manifestación de la bondad humana que se acrecienta con cada nuevo fin/comienzo del año. Gestos tan sencillos como desear una “feliz navidad”, regalar un plato de comida a un hambriento, donar ropa usada, hasta un simple ¡Hola!, son gestos de humanidad que cada día vamos perdiendo debido al mundo en el que vivimos. Ya, las personas no confían en extraños, les temen. Ser una buena persona, no es ser solo un caballero, hacer lo correcto, o ser el alma de las fiestas. Cada uno de nosotros tiene la obligación de ser una mejor persona por dentro y por fuera, amparados en la gratitud. ¿Qué, a qué me refiero? Está claro que no podemos ofrecer aquello de lo que carecemos. Sin embargo, el espíritu humano nos ha demostrado ser una fuerza imbatible frente a las inclemencias del destino y ser una unidad frente al ocaso de la desesperanza y la desolación… la mejor forma de agradecer lo que tenemos es compartir y compartirnos nosotros mismos con aquellos que lo necesitan. Por cierto, siempre debemos estar dispuestos a tender la mano a los demás; más aún, en esta época.
En cada navidad, ese espíritu se viste de gala, para recordarnos que siempre hay esperanza. El espíritu de la navidad es algo más que una ilusión o que la magia. Es nuestro granito de arena que se asienta en un mar de sueños compartidos. Y, al ver este mundo, donde la inequidad es un elemento invariablemente visible, solo queda preguntarnos: ¿A quién, cómo, dónde y cuándo puedo ayudar? Si algo me ha enseñado esta vida, es que tu oportunidad de servir y ayudar siempre llega… trata de jamás darle la espalda, ya que estas oportunidades trazan el camino de tu vida. Y si bien estamos perdiendo parte de esa bondad que nos hace humanos, nuestro espíritu ha demostrado ser nuestra fortaleza. Y, en cada navidad, el espíritu humano se nutre del recuerdo de lo vivido; volvemos a sentir esa magia que disfrutábamos desde niños y la compartimos con nuestros seres queridos... durante toda nuestra existencia.
Algunos dirán que soy un ilusionista y un soñador. Y quizás es cierto, aunque la diferencia, es que yo trato de convertir mis deseos en realidad. A veces, la laboriosidad es gigantesca para cumplir un pequeño deseo; pero, una sola sonrisa… lo vale. Un solo hombre puede cambiar el mundo, Jesús nos demostró eso. La navidad es una época que está más allá de la religión, ya que celebramos nuestra “humanidad”, desde le punto de vista que festejamos agradecidos por aquello que tenemos: la dicha de vivir y de compartir con nuestros seres queridos. Pero, siempre, recordando a aquellos que ya no están, y que compartieron con nosotros esta dicha. Quizás, ellos (los ausentes), son la manifestación más clara de nuestro espíritu navideño: vivimos por ellos; y ellos, viven en nosotros más como un sentimiento que como recuerdos… ellos son parte de nuestro espíritu.
P.d. Jamás dudes en ayudar a alguien que lo necesita. :D
2 comentarios:
Yo tengo un post en creación, dentro de mi cabeza que habla sobre el espiritu navideño.
No puedo comentar más...
"Un solo hombre puede cambiar el mundo, Jesús nos demostró eso."
mmmm.
¿Sabías que pocos -por si hay otro-países hablan de navidad iniciando noviembre?
Saludo.
Saludos, amigo, Soy. Es que los dominicanos llevamos la fiesta por dentro (herencia española).
P.d. Yo ya puse mi arbolito. Dos extensiones "malas", y Dos corrientazos después: oficialmente ya estoy en navidad.
Saludos.
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