21 sept 2006

El Arte de la Estrategia: Bushido

No voy a hablar propiamente de samurais, sino de su forma de ver las cosas. Desde niño soy “adicto” a las armas blancas, pero el sable japonés es mi preferido, tanto que hasta me aprendí como fabricarlo, mantenerlo y respetarlo. De ahí llegue al credo bushi, y a su forma de ver las cosas.

La palabra Bushido, literalmente se traduce en "El Camino del Guerrero", se desarrollo en Japón entre los siglos IX-XII. Era un código moral para la casta conocida como “samurai”. Guerreros orientados esencialmente hacia el respeto, la dignidad y el honor. El bushido originó un modo de vida para mantener a una nación a través de sus tiempos más problemáticos. En este “caos” originado por influencias extranjeras es que surge la figura del guerrero samurai, el cual encarnaba la virtud de la sociedad japonesa tradicional.

Alejemos desde ahora estos dos aspectos dentro del tema bushido: a) La soledad, derivada de la meditación Zen, tendiente al auto-control y carencia de emosiones; y, b) La forma de visualizar la muerte, derivada del budismo (reencarnación)... se vive con dignidad, no se muere con ella.

El bushido se basa en siete principios. Digo “se basa”, porque aún en nuestros días mantiene su vigencia en muchas zonas rurales del Japón moderno. Y aquí en el “occidente” lo han querido implementar como “moda”, bien distorsionada por cierto. Estos principios son:

1.- Honradez y Justicia. Sé honrado en tus tratos con todo el mundo. Cree en la Justicia, pero no en la que emana de los demás, sino en la tuya propia. Sólo existe lo correcto y lo incorrecto, no hay término medio.

2.- Valor Heroico. Álzate sobre las masas de gente que temen actuar. Ocultarse como una tortuga en su caparazón no es vivir. Debes vivir la vida de forma plena, completa, maravillosa. Reemplaza el miedo por el respeto y la precaución.

3.- Compasión. Luego de convertirte en rápido y fuerte, debes aprender a usar tus habilidades en bien de todos. Ten compasión. Ayuda a tus compañeros en cualquier oportunidad. Si la oportunidad no surge, sal del camino para encontrarla.

4.- Cortesía. No tienes motivos para ser cruel. No necesitas demostrar tu fuerza. Sé cortés incluso con tus enemigos. Sin esta muestra directa de respeto no eres mejor que los animales. Recibirás respeto no solo por tu fiereza en la batalla, sino también por tu manera de tratar a los demás.

5.- Honor. Tu propio honor será tu único juez. Las decisiones que tomas y cómo las llevas a cabo son un reflejo de quien eres en realidad. No puedes ocultarte de ti mismo.

6.- Sinceridad Absoluta. Si dices que harás algo, es como si ya estuviera hecho. Nada en esta tierra detendrá en la realización de lo que has dicho que harás. Hablar y Hacer son la misma acción.

7.- Deber y Lealtad. Haber hecho o dicho "algo", significa que ese "algo" te pertenece. Eres responsable de ello y de todas las consecuencias que le sigan. Las palabras de un hombre son como sus huellas; puedes seguirlas donde quiera que él vaya.

Como abogado, tengo la doble función: picapleito y consejero. Desde el segundo aspecto, no hay cosa más difícil que tratar con personas. Dado el escenario problemático en que se te presentan: se ocultan, te mienten, te desvían, manipulan; en fin, crean su “mundo” y te lo tratan de mostrar como “real”, para convencerte que están en lo correcto. Con el paso del tiempo tuve que desarrollar dos pilares del credo bushido para sacar mi propia “verdad” de las cosas: adaptación e improvisación.

Todas las personas usamos máscaras, nos escondemos a veces incluso de nosotros mismos. Ya hace mucho rompí la mía, trato de ser yo en donde sea, y con quien sea, quien no me quiera, amén. Por esto saco el tema del bushido; su esencia moral es: “defiende lo que eres, no lo que otros quieren que seas”. No he conocido en toda mi vida 2 personas iguales. Eso es lo maravilloso de cada uno, lo que nos hace especiales.

Me encanta enchinchar (molestar) personas, con el único objeto de hacerlos entender que son especiales tal y como son; y a la vez, que son burrísimos por querer “adaptarse” a otros. Sea usted mismo siempre, donde sea y con quien sea.

Solo queda decir: “no mente”… no hay traducción correcta para esta expresión, si sabe su significado, lo felicito. Me tomó tiempo comprender esta filosofía y el secreto está en la práctica. Tomemos lo bueno de una cultura milenaria y tratemos de practicar la concepción moral de lo “correcto”. Que la mente sea tu sable y tu astucia tu armadura, no necesitas mas.

5 comentarios:

Alma dijo...

Siguiendo la huella por el bushido para
encontrar la "justicia de todos", sin
máscaras con el firme propósito de
defender lo que es y no lo que quieren
que sea.
Buen tema, exelente escrito.

DTB

Anónimo dijo...

El glan maetlo Flan necesitá lubia (rubia) samulai que lo clie, y le de su IIIAAA!...

Je, je, je... Arigatô (gracias) amigo.

Liliana dijo...

Que 7 puntos, muy bien!

Anónimo dijo...

hola en que libro puedo enconetrar los siete puntus principaes del bushido.

vysky@hotmail.com

Anónimo dijo...

No mente, quizá debe ser como mirar sin mirar, romper las barreras. Saber sin saber, someter sin combatir.