A la mañana del día siguiente, el joven volvió al parque, se le había extraviado una pequeña libreta. Cuando fijó su mirada en el banco, ahí estaba el anciano, leyendo su libreta. Al verlo, el anciano le preguntó: ¿Por qué con todos los avances que tenemos usas papel y tinta para plasmar una idea? El joven le contestó: "a veces las cosas mas sencillas son las que dan el mejor resultado".
¿A qué te dedicas?, preguntó el anciano: Física, respondió el joven; salgo a ver los fenómenos naturales para probar nuevas teorías. El anciano contestó: es interesante, los principios de la naturaleza son invariables, sin importar su aplicación. Y ahí comenzó de nuevo… Me encantaban los avances tecnológicos de nuestra época, la era de la “innovación”; comenzó a finales del año 2003, y aún hoy se mantiene. Todos esos aparatos pequeños y multifuncionales; el ser humano pasó a ser esclavo de su propia creación. La competencia cada vez era mayor, innovar significaba “probar” cuanta idea revolucionaria tuvieras; no me mal interpretes, gracias a ello llegué a ocupar mi cargo de mandatario.
Recuerdo que transcurrido el segundo año de mi gestión, propuse al Congreso la división del Poder Ejecutivo en cuatro cargos: el Presidente, encargado de la representación del Estado frente a la Comunidad Internacional (elección directa); y 3 ayudantes (elección indirecta), con igual jerarquía, los cuales se dividían: uno para asuntos económicos, otro para asuntos sociales, y el tercero se encargaba exclusivamente del aspecto administrativo del Estado. Mi idea fue aceptada.
Gracias a todo ese tiempo, viajé por el mundo, con una libreta igual a la tuya, apuntando cuanta concepto interesante apareciera; al llegar aquí lo “adaptaba” a nuestras necesidades. Un ejemplo de ello fue el campo de torres mareomotrices que instalé en el Canal de la Mona, tomé la idea de Alemania, las torres eran móviles, no fijas. Si cambiaba la corriente marina, las torres variaban de posición, para un incremento de la eficiencia mayor al 30%. Igual al tren expreso que bordeaba todo el país, usamos energía electromagnética, con la nueva tecnología de flujo de plasma (4to, estado de la materia); cada vagón se autopropulsaba con sus propios motores, el resultado fueron 420 km/h, no 300 km/h, como los expresos convencionales, lo usábamos de carga y transporte.
Gracias a las nuevas aleaciones metálicas derivadas de la aplicación práctica del cubo de hielo cuántico o “condensado Bose/Einstein” (5to. Estado de la materia), logré construir nuestras ciudades “verticales”: edificios de 2 km de altura, por 5 km de ancho. Ahí se alojaban las empresas y los comerciantes dentro de las ciudades. Obtuve un excedente de energía con la construcción de 8 mega presas: mi prioridad fue abastecer de agua al Sur, e incentivar el desarrollo de la región. Luego de que Haití se organizara, y empezaran a explotar sus yacimientos de petróleo, llegamos a un Acuerdo comercial de intercambio de tecnología, en especial por su producción de automóviles eléctricos. Los demócratas cubanos nos ofrecieron asistencia en Salud y Educación. Después de la Gran Guerra, los vínculos de amistad con nuestras naciones hermanas fue lo que nos permitió salir adelante. El joven expresó: ¿Gran Guerra?... El anciano le preguntó: ¿Qué edad tienes?... Y le respondió: fui clonado hace 3 meses, pero mi programa neuro-cognitivo básico está enfocado sobre la Física y ramas anexas, no incluye toda nuestra historia.
El anciano sonrió y le dijo ¿no sabes nada del cometa, ni de los pulsos electromagnéticos? ¡No!... contestó el joven. !Bueno¡, exclamó el anciano... ya debo volver a mis asuntos, te veo mañana; el joven respondió, sí; también se me hace tarde, gracias por guardarme la libreta…
¿A qué te dedicas?, preguntó el anciano: Física, respondió el joven; salgo a ver los fenómenos naturales para probar nuevas teorías. El anciano contestó: es interesante, los principios de la naturaleza son invariables, sin importar su aplicación. Y ahí comenzó de nuevo… Me encantaban los avances tecnológicos de nuestra época, la era de la “innovación”; comenzó a finales del año 2003, y aún hoy se mantiene. Todos esos aparatos pequeños y multifuncionales; el ser humano pasó a ser esclavo de su propia creación. La competencia cada vez era mayor, innovar significaba “probar” cuanta idea revolucionaria tuvieras; no me mal interpretes, gracias a ello llegué a ocupar mi cargo de mandatario.
Recuerdo que transcurrido el segundo año de mi gestión, propuse al Congreso la división del Poder Ejecutivo en cuatro cargos: el Presidente, encargado de la representación del Estado frente a la Comunidad Internacional (elección directa); y 3 ayudantes (elección indirecta), con igual jerarquía, los cuales se dividían: uno para asuntos económicos, otro para asuntos sociales, y el tercero se encargaba exclusivamente del aspecto administrativo del Estado. Mi idea fue aceptada.
Gracias a todo ese tiempo, viajé por el mundo, con una libreta igual a la tuya, apuntando cuanta concepto interesante apareciera; al llegar aquí lo “adaptaba” a nuestras necesidades. Un ejemplo de ello fue el campo de torres mareomotrices que instalé en el Canal de la Mona, tomé la idea de Alemania, las torres eran móviles, no fijas. Si cambiaba la corriente marina, las torres variaban de posición, para un incremento de la eficiencia mayor al 30%. Igual al tren expreso que bordeaba todo el país, usamos energía electromagnética, con la nueva tecnología de flujo de plasma (4to, estado de la materia); cada vagón se autopropulsaba con sus propios motores, el resultado fueron 420 km/h, no 300 km/h, como los expresos convencionales, lo usábamos de carga y transporte.
Gracias a las nuevas aleaciones metálicas derivadas de la aplicación práctica del cubo de hielo cuántico o “condensado Bose/Einstein” (5to. Estado de la materia), logré construir nuestras ciudades “verticales”: edificios de 2 km de altura, por 5 km de ancho. Ahí se alojaban las empresas y los comerciantes dentro de las ciudades. Obtuve un excedente de energía con la construcción de 8 mega presas: mi prioridad fue abastecer de agua al Sur, e incentivar el desarrollo de la región. Luego de que Haití se organizara, y empezaran a explotar sus yacimientos de petróleo, llegamos a un Acuerdo comercial de intercambio de tecnología, en especial por su producción de automóviles eléctricos. Los demócratas cubanos nos ofrecieron asistencia en Salud y Educación. Después de la Gran Guerra, los vínculos de amistad con nuestras naciones hermanas fue lo que nos permitió salir adelante. El joven expresó: ¿Gran Guerra?... El anciano le preguntó: ¿Qué edad tienes?... Y le respondió: fui clonado hace 3 meses, pero mi programa neuro-cognitivo básico está enfocado sobre la Física y ramas anexas, no incluye toda nuestra historia.
El anciano sonrió y le dijo ¿no sabes nada del cometa, ni de los pulsos electromagnéticos? ¡No!... contestó el joven. !Bueno¡, exclamó el anciano... ya debo volver a mis asuntos, te veo mañana; el joven respondió, sí; también se me hace tarde, gracias por guardarme la libreta…
5 comentarios:
Ey! no vayan a burlarse, son hechos posibles, y tienen base científica....
Ayi, como que dañaste tu página, de abajo hacia arriba, las respuestas:
a) poema, la verdad no sé, no brego con prosa.
b) la libertad es buena, hasta un punto. No vayas a aferrarte a la soledad como yo.
c) Sigue inventando, en vez de ponerte a bregar con la tesis.
d)De todo lo que me ha dado, no me ha dado dengue, por chepa.
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Sensei, me tomaré un ciberdescanso merecido; a ver si encuentras tu respuesta y la compartes.
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Tengo la maña de no dejar las cosas a medias, y lo prometido es deuda PVD...
El final, ninguna historia lo tiene....
Placer de haberlos conocido...por si acaso me cae un meteorito. Espero que hayan aprendido algo...
Muy interesante Fran. Como te dije antes, me gusta la forma en que escribes. Fue bien creativa la forma de reintroducir el tema: con la libreta perdida.
También me impresiona tus conocimientos sobre la física, ya veo que no solo sabes de literatura y psicología. Lo interesante es que así como dices, todo lo que mencionas puede ser posible.
Ahora solo me falta esperar por el tercer episodio...
¿Por cierto, como está tu pecesita?
PVD
Está bueno amigo, mira el vieje que he dado pensando que "a veces
las cosas mas sencillas son las que dan el mejor resultado".
Me monté en un tren que eso parecía que iba volando, por poco
chocamos con una torre que se esbaba moviendo sobre el mar y
todo para ir a ver a un magnate petrolero haitiano que fué
clonado no se en que laboratorio.
Ideas son ideas y a veces pensamos que son ridículas hasta
que otro las hace realidad.
DTB
Si no escribo, me muero; y voy a caer preso por estar "bajando" música pirateada, que es lo que trato de evitar al escribir.
PVD... el abogado es el animal que mas cosa sabe; la gordita está igual de muerta que la última vez que la vi.
Sensei Joss, estuvo buena la historia del tren, salvo que por su forma y flexibilidad es dificil hacer que los trenes vuelen.
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