Imagínese esta postal turística: Una pareja de esposos agarrando un pez con 3 ojos, y de fondo un hermoso reactor termonuclear con una “RD” grandísima, para que nadie se equivoque del lugar. (Algo así como en los Simpson, pero de verdad).
El aumento del consumo energético en nuestro país, y el proyectado para los próximos 30 años, unido a los conflictos petroleros que vivimos hoy en día, han hecho que las energías alternativas vengan a ocupar nuevamente un puesto significativo en el debate público. Una de las opciones “viables” que se ha planteado en nuestro país es la de instalar una “plantita” nuclear.
El lío viene por las declaraciones del Canciller de la República Dominicana en Argentina, y por las del Embajador de Argentina en nuestro país, el cual nos “ofreció” la instalación de una planta nuclear de 10 a 100 megavatios destinada a la producción de energía barata, con máxima seguridad, con todo el servicio de mantenimiento y… ¿sin desecho nuclear? (embuste).
¿Pero ven acá, un reactor de 10 a 100 megavatios?; y, ¿en Francia no es que están construyendo uno de 1.600 megavatios? La diferencia como que es grandecita… un poco de uranio más, un poco de plutonio menos ¿Qué importa?... MUCHÍSIMO; en resumen, adiós Caribe y Norteamérica.
Los reactores termonucleares son de funcionamiento relativamente sencillo: un material radioactivo (uranio o plutonio) en el centro de un reactor, un flujo constante de agua que al hacer contacto produce vapor, el cual sale por válvulas hacia una turbina que es lo que produce la electricidad. Es un proceso “fácil”, salvo que para apagar un reactor se necesitan "horas" (fugita+horas= ????). Sin embargo, en América Latina solo Argentina, Brasil y México producen este tipo de energía.
La tecnología termonuclear ha avanzado considerablemente desde la Segunda Guerra Mundial; Imagínese, Francia tiene más de 55 reactores, y yo no he visto ninguna francesa que tenga "deformaciones", salvo las naturales. Sin embargo, en nuestro país este tema abarca tres aspectos básicos: la seguridad; la capacidad técnica; y, la rentabilidad económica.
La seguridad dependerá de quién, cómo y dónde se instale el reactor. Los puntos débiles son las tomas de agua y el transporte del “material”. Ven acá, yo no me imagino un reactor nuclear en República Dominicana sin un perro “viralata” pasillando; o un técnico sin una “fritura”. Me imagino el siguiente escenario: “Se me boto el refresco sobre la consola… y... yo no sabía que los controles de flujo del reactor 3 podían hacer cortocircuito…” Barbarazo...
No es por nada, pero los argentinos solo tienen 2 reactores, y ya “venden” tecnología nuclear. ¿Cómo cuantas torres eólicas, paneles solares, hidroeléctricas, o plátanos, se pueden compran con dos mil millones de dólares? Hasta a mí me compran por menos que eso, es mas, con Ingrid Grudke (argentina), me basta.
¿Dónde instalar el reactorcito? Si es en el Este, con la primera “fugita”, nos vamos TODOS, por los vientos alisios. El problema del Sur es el agua, si falta este preciado líquido: o se apaga la plantita, o seremos “el Chernobyl del Caribe”. En el Norte, véalo así: ¿EEUU permitiría que unos “Ruyíos del Caribe” instalaran un reactor termonuclear (no vendido por ellos) frente a sus costas? La respuesta será siempre NO, salvo que “ellos” nos lo vendan, y lo operen. O es que usted cree que todavía hay “indios”.
Lo importante para nosotros, si se nos ocurre meternos en este asunto, es que debemos tener bien pendiente: ¿en dónde y cómo se construirá el reactor?; ¿quién lo manejará? y ¿de qué manera se tratarán sus desechos?
Ahh! Para mis amigos de Greenpeace, en los próximos 25 años se contemplan construir a nivel internacional de 200 a 400 reactores nucleares; así que, o nos “cocinan” ellos, o los cocinamos nosotros, solo es cuestión de tiempo. Empiecen a ahorrar para botes nuevos.
Y otra cosa, los "argentinos”, y su 3ra plantita “Atucha II” les costaría allá, sólo en su construcción unos US$ 1.900 millones y según cifras preliminares, US$ 10 millones anuales en mantenimiento (fuente: http://www.eldiario.cl/shnoti.asp?noticia=13552), por lo que si negociamos, habrá que ver qué se negocia; al fin y al cabo, negocios son negocios, ¿no embajador de la hermana República de Argentina?
Soy síncero, (no sincero), tomando como parámetros los costos operacionales, de producción y mantenimiento, el único beneficio de la energía termonuclear es la reducción de CO2 en el ambiente (menor calentamiento global). Nosotros somos una "islita", no calentamos ni en un 0.000002 el planeta, así que dejémosle a los "grandes calentadores" su energía nuclear, y centrémonos en producir nuestra energía con lo que sí tenemos: sol, agua, viento y mujeres.
4 comentarios:
Acá hicieron una para los 60s pero la descontinuaron por una serie de fallas.
Viste el episodio de los Simpson... tin, marin, ...
DTB
No sabía lo de la planta allá. ¿Fallas?, ¿Hubo fugita de radiación????
Los Símpson: por algo se satirizan las cosas...
No, amigo; lo detectaron fallas estructurales por lo que no llegaron ni siquiera a encenderla.
DTB
PD: Me gustan los Simpson, precisamente por eso, porque satirizan todo lo que ocurre en el diario vivir de cualquier persona.
Suerte a Dios, sino a estas alturas tal vez tendríamos branquias... ja,ja,ja
Yo soy como Bart (jodón); pero la verdad es que de cada capítulo se saca una buena moraleja.
Y en esencia, se preservan los valores familiares.
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