Nosotros los dominicanos, vistos desde cierta óptica, hacemos “de todo”. Es al parecer un producto de la mezcla de razas, el hambre, los apagones, el subdesarrollo, la falta de educación, la contaminación, entre otros factores intrínsecos que nos vuelven “particulares” frente a otras culturas. Así de particulares como somos, tenemos cosas particulares, una de ellas es el perro criollo conocido como “viralata” o “realengo”, como denominamos a nuestros perros callejeros.
Según los estudiosos de la viralatología, el origen de este can se remonta a la época en que en los hogares usaban las latas de aceite de maní como recipiente de desperdicios “biodegradables”, los cuales eran muy reducidos. Este noble y ejemplar animal tuvo que ingeniárselas como todo un profesional para calcular (al ojo por ciento) la fuerza, el ángulo y la trayectoria de caída de tal recipiente, para obtener un poco de alimento “extra”. Tal conocimiento pasó de generación a generación, gracias a la genética viralatil (genes dominantes). El viralatas es casi siempre de color “kaki”, o de color oscuro con manchas blancas o pintas. También los hay más refinados, (pero, solo por fuera), siendo su comportamiento el mismo: come todo lo que puede de un solo golpe... no sabe si mañana volverá a comer. Responden siempre al nombre de chivi, boby o firulai. Definitivamente, la falta de atención o la falta de alimentos, influye directamente en el hecho de que un viralata salga a la calle a “buscárselas”, lo cual lo convierte en objeto de innumerables penurias y sufrimientos.
El viralata, es un perro cuya esencia es la carencia de una raza determinable, o de un dueño fijo. O se le pegan a usted (llegan y no se van), o se los regalan, ya que casi siempre vienen al mundo en grupos numerosos. El viralata hace una labor social: recoge sobras; abona el ecosistema; y, nadie le pone la mano, por lo que en la India, se les consideraría como “intocables”. Come lo que sea, desde tierra hasta caviar; le encanta masticar un hueso viejo, o halar un cuerito crudo, sustraido de alguna carnicería. En siendo envoltorios de cualquier tipo de alimentos, provenientes de basureros, chimis, pica longas y frituras, los digiere todos sin desperdicio, ya sean de papel o de plástico. Es decir, es un perro ecológico, ya que recicla la basura. Y es de los pocos animales que sabe toser (cuando se atraganta), presentando características rumiantes.
Es un animal en gran medida citadino, culto y observador. A pesar de ser daltónico, al igual que los demás canes, sabe usar el cruce peatonal, esperar el cambio de luz del semáforo y sabe apreciar el olor a comida dentro de una funda plástica repleta. Es callado, ladra solo lo necesario, para ahorrar energía. Muchas veces parece un héroe de guerra: está averiado, fruto de su contacto social (carros y motores), sin contar los pelaos ocasionado al ser “despegado” con agua hirviendo de una perrita en “calor”, el único placer que le da la vida, y que el ser humano trata de prohibirle. Lo que nunca les falta a estos perros es un diente, es un animal pacífico; pero, si usted quiere comprobarlo: trate de quitarle algún alimento que se encuentre a un metro de él… le podrá ver el serial hasta de la última muela de atrás. Cuando menea la cola, no crea que está contento, está estudiando qué parte de usted se puede comer o utilizar en beneficio propio. Si usted le da algún alimento, ese perro lo seguirá hasta su último día de vida (una semana después, más o menos).
Los estudiosos de la psiquiatría canina han establecido que este animal no solo ve su vida acortada por el hambre y los maltratos sociales, sino por el estrés a que son sometidos: vive huyendo de las piedras, los carajitos, los carros, los motores, o de cualquier cosa que se mueva (al menos que se coma), por lo que son muy desconfiados. Dependiendo del tamaño del perro, y de su noble descendencia, se les puede clasificar en viralight (más compactos), viralatas, o viratanques. Siendo estos últimos los de mayor tamaño. Los viralittle se entretienen hasta con el zafacón del baño de su casa (no pregunten qué come), o con fundas de supermercado. Hay casos en que han fallecido cuando les ha caído encima su principal fuente de ingresos comestibles, el zafacón. Si un viralata te ve comiendo algo, tiene un poder de concentración tal, que te induce un remordimiento de conciencia si no le das algo. Es un perro activo: corretea en siendo motores o vehículos que se acerque a su territorio (aceras y callejones). Es capaz de comerse un pan entero de un bocado, y un hueso de pollo, sin masticar (para no perder tiempo). Sin embargo, este animal disfruta del descanso, por lo que hay ejemplares que pueden ser pateados y/o arrastrados, sin reacción alguna.
En fin, el viralata es un perro criollo, a veces realengo, otras callejero; o, si puede, trata de convertirse en un perro casero. Es la mejor muestra de adaptación evolutiva: sabe convivir con la sociedad, no se enferma, y come lo que sea. No es un perro de raza, es de “razas”. Es un orgullo dominicano. Aunque no es endémico, existe en muchos países del mundo.
5 comentarios:
bueno, el viralata no es proporcional, si te fijas...si es un viralata puro claro, la cabeza es mas pequeña de lo que deberia ser...
Al ser un perro que a mal pasado desde que le quieres pasar la mano, pasan dos cosas, 1 te tira para morderte o 2 se agacha por que cree que le vas a dar un pecozon...por que en este pais hay gente malisima...
si le llegas a pasar la mano el cree que consiguio dueño y te persigue
Es verdad Ayi, la desproporcionalidad se debe a su mal nutrición (flaco, feo y largo), pero son buen buenos... esos que muerden casi siempre son "piratas" que se hacen pasar por viralatas, pero no lo son Ja,ja,ja.
Yo creo que la perrera municipal ni existe, o si existe debe estar bien precaria.
aqui no existe such thing as a perrera municipal... lo que existe es una institucion llamada padela que supuestamente ayuda con eso y los esteriliza y les busca casas, ademas de como 4 o 5 mujeres media not cuerdas que los recogen :)
Amigo, quiero pedirte disculpas
porque me he estado riendo desde
que comencé a leer esto, y siendo
un asunto tan serio como el del
viralata no entiendo porque me
estoy riendo todavía, bueno es
que recuerdo sus características
rumiantes, sus clasificaciones,
su vocación por el descanso y
todos los demás datos que nos
has ofrecido.
DTB
PD: Tu "viralata realengo" es mi
"chingo realengo".
Ves, siempre me enseñas algo...
Publicar un comentario