Este tiempo no se trata de simbología o de costumbres, se trata de lo que cada uno de nosotros lleva dentro, en el corazón. No sé, quizás mi raza se extingue cada día frente a la apatía y la incredulidad; vivimos en un mundo donde todo lo que importa es la apariencia. Y la pregunta más tonta quizás es la primordial: ¿Qué tienes tú para dar? Das amistad, das amor, das perdón, das una mano al que la necesita, pero sobre todas las cosas, te das a ti mismo una oportunidad.
Yo fabrico magia, no hago milagros. Me gusta construir mis sueños, sin que me importe en lo más mínimo la incredulidad de los demás; de ahí que me encanta esta época como forma de visualizar lo que quiero en un porvenir cercano. Quizás veo el mundo de una forma distinta a la de muchas personas, o tal vez sea que no veo una gran diferencia entre como es algo y como podría ser. Pero lo cierto es, que la Navidad es una época en que todos somos magos: vivimos de la magia de compartir. Solo hace falta una sola oportunidad para ser feliz; un solo momento para tomar la decisión correcta; y, un solo respiro, para encontrar el amor nuevamente.
En la vida, los recuerdos son sumamente importantes, son nuestra historia. Sin embargo, vivir de recuerdos es como vivir de sueños: te aferras a lo que ya no está, o a lo que nunca existió. Vivir, se trata de tomar las decisiones que creemos correctas en un momento dado de nuestras vidas y seguir adelante. Sé que el cambio da miedo, eso es una condición natural inherente a todo ser vivo y se le llama instinto de supervivencia. Sin embargo, vivir se trata de saborear la vida. Todo esto se resume en una pequeña palabra llamada: Esperanza. Solo hay que decidirse a comenzar de nuevo. Debemos ver el mundo con nuevos ojos y dejar atrás todo aquello que no nos deje continuar hacia adelante. Si alguien se siente triste por algo que ya no es o por alguien que ya no está: no se preocupe. Mire hacia delante, y en el camino ¿Quién sabe? y encuentre la respuesta que buscaba.
A mí, me fascina la Navidad, así que solo diré: Jo, Jo, Jo.