El amor no es una causa, es un efecto. Deviene como resultado de una serie de sentimientos tales como el afecto, el deseo, el cariño, la amistad y muchos otros, los cuales son lógicamente desordenados por el subconsciente, para terminan dándonos una satisfacción única dentro de nuestro ser, la cual denominamos “amor”. Si vemos la vida como niños, vemos las cosas de forma inocente y desinteresada; podemos sentir que mas importante del cómo se ven las cosas, es el cómo se sienten.
Sucede en el amor que cuando los sueños y las ilusiones se aferran a la pureza de un sentimiento, los resultados impresionan al más escéptico de los mortales. Pero la vida no es como tú ves el mundo, no es lo que piensas o sientes; es una mecánica cuyo aparato central es mas complejo que nuestra propia especie. Algunos pasan su vida buscando en el amor algo que desconocen, o que no logran comprender; otros, son capaces de cultivar este sentimiento en desiertos. Pero ambos tienen algo en común: dan todo lo que son por aquello en lo que creen, para llegar a lo que quieren. Y lo sencillo es “llegar a…”, lo difícil es la partecita de “dar todo”.
Los seres humanos tenemos la habilidad de proyectarnos en el tiempo, y emplear los elementos necesarios para hacer realidad lo que queremos ser o hacer. A esta forma de pensar es que llamamos "sueños" e "ilusiones". Algunos hacemos "de tripa, corazón” por aquellas cosas en las que creemos. Y no es cuestión de fe o de esperanza, se trata más de empeño y dedicación. No podrás encontrar felicidad aferrándote solamente a la realidad de la vida, terminarás mecanizado en un mundo que cada vez es más competitivo e inhumano. Si vives de sueños e ilusiones, la vida te golpeará tanto que terminarás aferrándote a la realidad aún mas que aquellos que solo creen en las cosas que están a simple vista. Pero si tomas tu vida en un respiro, sabrás de qué estás hecho y en qué debes creer para lograr lo que quieres.
Así pasa en el amor, puedes arar un desierto, puedes dar vida a aquellas cosas que el destino ha hecho desaparecer: con dedicación, paciencia, esfuerzo y sinceridad. El mundo no traiciona a nadie y la vida no te quita nada. Solo de ti depende el resultado de tu historia, eso es lo más sencillo de nuestra existencia.
Sucede en el amor que cuando los sueños y las ilusiones se aferran a la pureza de un sentimiento, los resultados impresionan al más escéptico de los mortales. Pero la vida no es como tú ves el mundo, no es lo que piensas o sientes; es una mecánica cuyo aparato central es mas complejo que nuestra propia especie. Algunos pasan su vida buscando en el amor algo que desconocen, o que no logran comprender; otros, son capaces de cultivar este sentimiento en desiertos. Pero ambos tienen algo en común: dan todo lo que son por aquello en lo que creen, para llegar a lo que quieren. Y lo sencillo es “llegar a…”, lo difícil es la partecita de “dar todo”.
Los seres humanos tenemos la habilidad de proyectarnos en el tiempo, y emplear los elementos necesarios para hacer realidad lo que queremos ser o hacer. A esta forma de pensar es que llamamos "sueños" e "ilusiones". Algunos hacemos "de tripa, corazón” por aquellas cosas en las que creemos. Y no es cuestión de fe o de esperanza, se trata más de empeño y dedicación. No podrás encontrar felicidad aferrándote solamente a la realidad de la vida, terminarás mecanizado en un mundo que cada vez es más competitivo e inhumano. Si vives de sueños e ilusiones, la vida te golpeará tanto que terminarás aferrándote a la realidad aún mas que aquellos que solo creen en las cosas que están a simple vista. Pero si tomas tu vida en un respiro, sabrás de qué estás hecho y en qué debes creer para lograr lo que quieres.
Así pasa en el amor, puedes arar un desierto, puedes dar vida a aquellas cosas que el destino ha hecho desaparecer: con dedicación, paciencia, esfuerzo y sinceridad. El mundo no traiciona a nadie y la vida no te quita nada. Solo de ti depende el resultado de tu historia, eso es lo más sencillo de nuestra existencia.
Soñar no cuesta nada; pero de sueños, está hecho el mundo.
3 comentarios:
Interesante post Fran, supongo que que planteas el equilibrio entre la realidad y los sueños. No podemos vivir de ilusiones pero también necesitamos de éstas como impulso para continuar.
Pero tengo una duda, será que solo depende de nosotros el cumplir nuestros anhelos?? (y para alcanzar al amor también?) Yo creo que en gran parte si depende de nosotros pero también existen factores externos: gente, tiempos, suerte acaso? destino? no sé, pero el alcanzar nuestras metas es una conjunción de varios factores internos y externos también.
Un abrazo amigo y gracias por las palabras que dejaste en mi blog :)
Me encanta soñar!
Cuando puedas ven a buscar tu premio WAIPUEDUCA por casa. Feliz día! un beso
HOLA!! FELIZ DÍA DE LOS ENAMORADOS!!
La verdad es que no se puede vivir de los sueños, pero si no los tendríamos...qué sería de este mundo SIN SOÑADORES.
I´M A DREAMER, BUT I´M NOT THE ONLY ONE.
Lo mejor de soñar, es que a veces, creemos que son solo sueños, fantasías...y nos sorprenden volviéndose realidad!!!!!
Un besote!
Feliz día
PALITA
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