El amor no es egoísta en ninguna de sus formas. Si leyó el post anterior comprenderá que al igual que la vida, el amor crece y se desarrolla hasta llegar a un fin. Nada es eterno, eso todos lo sabemos, pero nos maravillamos ante la grandeza de un amor puro y desinteresado, incluso capaz de vencer al tiempo. El amor no se trata de dedicar su vida a amar a alguien, se trata de que al amar a ese alguien usted le dedicará su vida.
Al mirar tras los ojos de un anciano, se puede ver y sentir el mundo totalmente distinto a como lo ve y lo siente un joven. Así, llegamos a comprender que el amor en sí mismo cambia con el tiempo, y que ese sentimiento que despierta el recuerdo de un amor puro y sincero, puede vencer incluso al tiempo; por ello digo que el amor es capaz de robarle al tiempo "momentos". Situaciones únicas que crearon un vínculo contínuo en la memoria, la cual constituye en sí misma una máquina del tiempo, capaz de hacer perdurar las cosas mas allá de su existencia física, un acontecimiento en sí mismo extraordinario.
Podría hablar de maravillosas edificaciones y estructuras erigidas en nombre del amor que han perdurado por siglos y siglos más allá de sus personajes. Podría contar historias legendarias que versan sobre la grandeza de un amor; pero me incliné por esta sencilla fotografía que capta la esencia misma de la idea que quiero plasmar: El amor sincero, perdura mas allá del tiempo y de la propia existencia física.
Al mirar tras los ojos de un anciano, se puede ver y sentir el mundo totalmente distinto a como lo ve y lo siente un joven. Así, llegamos a comprender que el amor en sí mismo cambia con el tiempo, y que ese sentimiento que despierta el recuerdo de un amor puro y sincero, puede vencer incluso al tiempo; por ello digo que el amor es capaz de robarle al tiempo "momentos". Situaciones únicas que crearon un vínculo contínuo en la memoria, la cual constituye en sí misma una máquina del tiempo, capaz de hacer perdurar las cosas mas allá de su existencia física, un acontecimiento en sí mismo extraordinario.
Podría hablar de maravillosas edificaciones y estructuras erigidas en nombre del amor que han perdurado por siglos y siglos más allá de sus personajes. Podría contar historias legendarias que versan sobre la grandeza de un amor; pero me incliné por esta sencilla fotografía que capta la esencia misma de la idea que quiero plasmar: El amor sincero, perdura mas allá del tiempo y de la propia existencia física.
En el próximo post trataré de llegar al origen de todo, a dónde surgió el amor.
3 comentarios:
Hermosas reflexiones amigo,me emociona mucho saber que pienas de esa manera tan romántica, que no has perdido la ilusión que hoy en día se hace cada vez más lejana.
Un abrazo y estaré siguiendo tus historias.
YO tengo una gran capacidad de amar, en muchas formas...sin conocer y conociendo. No me cuesta dar, te diría que hasta fui educada para eso...
Pero no sé pedir, y me quedo con un hambre interior que duele en el fondo...duele en serio.
Sé adaptarme, conformarme...Tal vez debiera aprender a pedir mas, hasta exigir...mirá lo que te digo.
Vale la exigencia en el amor?
Esa foto es fuerte.
No sé en qué contexto murieron tan juntos...pero que el amor perdura, lo sé.
Quiero seguir leyéndote.
Un beso!
Cuando vos escribís das mucho, Fran. Es como escucharte hablar mientras nos tomamos una limonada...♪
Carolina, cuando el corazón se resiste a la razón, a veces triunfa. He visto tantas cosas de este mundo, he visto tanto y tan poco dentro de las personas, que me resisto a ver y sentir el mundo como otros. Se me acusa de soñador, de loco y hasta de Salvador. Pero lo cierto es que, sencillamente, creo en esto. Y si nadie más hace la diferencia, me toca a mí hacerla, es mi deber.
Bienvenida cuando gustes.
Ferip. Yo sé de tu gran capacidad de amar, de tu dedicación y empeño por las cosas, y lo sé de primera mano, porque he estado ahí cerca de ti durante un buen tiempo.
Lo cierto es que mientras más damos, mas sed de recibir sentimos. Nunca te conformes con migajas, ni te adaptes a aquello que desnaturalice lo que eres.
No se trata de “pedir” más, se trata de que QUIERES MÁS, y eso no está mal. Es la exigencia natural que le hacemos con el tiempo a los demás: novio, esposo, hijos, amigos… y hasta a la pobre “compu” (y no te rías). En la vida, no existe nada estático, tus necesidades cambian y deben ser satisfechas, pero no por los demás, sino por ti misma, reclamando que te den el valor y la atención que mereces. En el amor no se “exige”: SE RECLAMA, se hace valer el sentimiento para buscar el resultado deseado.
Nunca temas pedir, teme a que la sed se vuelva insaciable.
P.D. Yo solo escribo porque creo en todas estas “tonterías”; el día que deje de creer… espero que no llegue. Poco me importa lo que el mundo piense; siempre y cuando mejore el desastre que se vive a diario en cada confín de la Tierra. Es increíble, pero en este blog, el amor ocupa el primer lugar de las búsquedas, seguido de mi adorada Física... jajaja.
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