20 feb 2012

Cuestiones de Amor: Felicidad.


El error humano más elemental es: tratar de correr, sin haber aprendido a caminar. Nuestra naturaleza nos empuja a superarnos, de la misma forma en que nuestras células reparan nuestros tejidos: un paso a la vez. Sin embargo: ¿Cuántas personas buscan la felicidad? ¿Acaso debe buscarse?

Nuestras sociedades, basadas en arquetipos culturales segmentados, han empujado al ser humano (en su conjunto) hacia un estado psico-intelectual de razonamiento ilógico… usted dirá “Y qué disparate está diciendo este loco”. Es sencillo, el aprendizaje por inducción (estímulos controlados), como forma de educación masiva, nos lleva a cuestionarnos sobre cómo encontrar la felicidad. Y no, no me refiero a teorías conspirativas. Es, sencillamente, el hecho de que cada nueva generación adopta y hace suya una serie de paradigmas que ineludiblemente define su forma de razonar ante la vida. Y uno de esos paradigmas es: la felicidad. Cabe preguntarse: ¿Para qué sirve?

He escrito muchas veces respecto de la felicidad, y por qué la considero una aptitud frente a la vida. He escrito sobre el amor, como forma elemental del sentimiento, y de cómo la felicidad pesa más que el amor; pero, creo que no he escrito sobre la felicidad como lo que realmente es: un resultado. Nota: la felicidad no es una meta… ahora usted dirá ”Ahhh, con razón soy un/una infeliz” (Es broma). La forma más sencilla de explicarlo es que la felicidad es el resultado de la paz interior que logramos al equilibrar nuestras emociones y sentimientos con nuestra razón.

Nos educan bajo la fórmula de crecer, estudiar y hacernos profesionales, formar una familia, tener hijos, amasar algo de fortuna... y aquí la fórmula se pone oscura. Odio admitir que este es el modelo norteamericano (igual que el modelo del Imperio Romano), pero es la realidad. Esta fórmula unida a demasiadas drogas (pastillas para todo) y películas, un poco de libertinaje barato, y el resultado casi siempre es un (a) excelente psicópata digno (a) de algún best seller. Ahora bien, ¿qué debe usted de hacer para ser feliz? Debería decir que no hay respuesta, pero eso es tan irresponsable como decir que ¡ya eres feliz! (fórmulas mágicas) Y lo siento, no hay pastillas para eso.

Bueno, suponiendo que fue criado (a) con la fórmula anterior, si no ha crecido: disfrute cada segundo, eso determinará el resto de su vida. Si está estudiando: póngase en eso, en serio; en la vida, la suerte es buena, pero no hace milagros… y al final, usted vivirá de lo que aprenda (aún después de haberse graduado). Si usted es un (a) profesional: trate de ser un ejemplo (bueno o malo)… al final, de aciertos y tropiezos es que se perfecciona el arte. Si ha formado una familia, creo que sabemos que no hay un yo, sino un nosotros: sea un poco egoísta y regálele a su pareja una parte de su tiempo diario. El amor de pareja es cosa de 24/7. Si es padre o madre, aplica la misma regla anterior; solo un consejo: déjelos que cometan sus propios errores. Si le ha ido bien en la vida ($$$): si es estúpido, inconforme o frustrado, le aseguro que usted incursionará en la política… será infeliz, aunque gane. Si quiere marcar la verdadera diferencia: aproveche cada momento del día, viva el presente, disfrute de sus seres queridos, y haga: las cosas positivas que guste y plazca.

La felicidad es el simple resultado de hacer las cosas de la forma correcta. Son las pequeñas dosis diarias de alegría, las que se entrecruzan con las adversidades de la vida, las que llenan esos pequeños vacíos. Si has leído hasta aquí, infeliz, espero haberte sacado aunque sea una sola sonrisa. Al final, la felicidad es solo eso, la espontaneidad de una sonrisa inducida por la satisfacción de haber hecho las cosas de la mejor forma, dentro de lo humanamente posible. Por cierto, el @#$% que hizo la fórmula de la vida, se olvidó de explicar el primer punto: lo que sea que hagas, hazlo de a un solo paso por vez… por algo se dice que la paciencia es una virtud.

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