Hace
unos meses, cuando me tocaba el cambio de rutina (pesas), utilicé un sistema
mixto: entrenaba un día pesado (dos grupos musculares, tres ejercicios, 4 sets…
al fallo) y otro día agilidad (todos los grupos musculares, un ejercicio por
grupo, de 5 a 7 sets, muchas repeticiones y “casi” al fallo)… lo hago así, ya que mi cuerpo se
ha acostumbrado a la mayoría de combinaciones… cosas de la edad. La cuestión es, que me topé con este “contemporáneo” mío el sábado, y para mi sorpresa, aquel
tipo de espíritu atlético (el que me hizo la pregunta del título, y quien me dijo: “en tres meses voy a levantar más peso que tu”)
había pasado por la etapa “depresiva” del entrenamiento (estancamiento). A ver,
todos lo que levantamos pesas, buscamos dos objetivos: salud o apariencia. Lo
de la apariencia física es algo psicológico (post aparte; y sí, escribiré sobre
la relación entre apariencia y salud); pero, lo de la salud… ese es el tema que
quiero tocar.
Ejercitarse,
no se trata de caminar diariamente una hora; correr cinco kilómetros, montar
bicicleta o ir al gimnasio; se trata de una adecuada educación física, exigiendo al cuerpo un poco más
cada día y aprendiendo sobre
nuestro funcionamiento. El cuerpo humano es una máquina; pero, a diferencia de
otras, es bastante adaptable; y esa adaptación, solo se consigue con un adecuado entrenamiento. Hay
miles de páginas destinadas a la salud física; pero, comencemos por lo básico:
la salud mental.
Ejercitarse
por salud, es lo que muchos hacemos (aunque no lo aparentemos). Conforme
“maduramos”, tenemos dietas desordenadas, comidas a deshoras, estrés laboral,
responsabilidades, imprevistos, etc. Y eso, afecta directamente nuestra salud
física y mental; por lo que, al ejercitarnos (en lo que sea) contribuimos a
obtener una mejor calidad de vida (y no solo para nosotros). Siempre veo a las
personas proponerse rebajar 20 o 30
libras; aumentar tres
pulgadas de
bíceps; levantar 300
libras, etc.; pero, olvidan lo básico: la alimentación (próximo post). Las dietas (extremas), solo
contribuyen a crear una deficiencia en el organismo (y no propiamente calórica)
que solo ayuda a debilitar las defensas inmunológicas y a perder masa muscular… la grasa,
se queda igualita.
Verse
“bien”, no significa estar en salud. Toda vez que esa apariencia puede
provenir de condiciones poco saludables para el organismo, que (le aseguro)
luchará por restaurar su equilibrio… y no me refiero a genética (eso no aplica
en salud: solo en apariencia). En fin, psicológicamente, verse “bien” y estar
en salud son dos aspectos distintos. Pero, como esto no es un libro, sino un
simple post, me limitaré a tratar algunos puntos, para estimular la salud
mental y contribuir al aspecto físico (funcional):
1) ¿Para qué se va a entrenar? no
es lo mismo entrenarse por salud cardiovascular (fuerza bruta o agilidad), que entrenarse
para quemar grasa y tonificar la masa muscular (definición). El primer
entrenamiento necesitara de cargas
progresivas y un aumento del ritmo cardíaco de moderado a alto; el segundo entrenamiento, necesitará de rutinas múltiples, mayor control en los movimientos, menores
cargas, una correcta
alimentación y paciencia... mucha paciencia;
2) Ropa
adecuada. Ejercitarse en cada disciplina, necesita de una
vestimenta y calzado adecuados que le permita realizar libremente la actividad.
Evite lesiones innecesarias y adquiera los accesorios de lugar: recuerde
que dicha actividad se realizará, al menos, tres veces por semana (en
principio);
3) No se
trace metas imposibles. Lo
que fácil viene, fácil se va. Olvide dietas o cremas mágicas, máquinas
milagrosas o suplementos titánicos. Aprenda a alimentase
adecuadamente e ingiera alimentos de calidad. Algunos
recomiendan hacer de cinco a ocho comidas diarias: no se estrese con eso, trate
de comer pocas cantidades de
alimentos (no hartarse) con unas 4 a 6 horas entre sí; y sí, puede comprar un
multivitamínico o unos aminoácidos para suplir las deficiencias generadas por
el ejercicio; Ahora bien, el ritmo de la actividad: comience con tres veces por semana (necesitará esos días de por medio
para recuperarse), al cabo de los 35- 45 días, estará a opción entrenar 5 días (eso
depende del objetivo);
4) Aprenda sobre la actividad que va a realizar. Si va a levantar
pesas, busque en “San Youtube” ejercicios con pesas, rutinas, etc. Si va a caminar, correr,
boxear, nadar, bailar hula hula, etc., trate de informarse sobre las técnicas
básicas… le ayudarán en el comienzo. Por cierto, no crea todo lo que lee en el
ciberespacio: consulte varias
fuentes, entre a foros especializados en dicha actividad y exprese sus dudas, etc.
5) Tendrá que doler…
no es broma. El cuerpo humano necesita estímulos para crecer o “reducirse”. Si usted
hace lo mismo cada día en su rutina, el cuerpo se estancará y el metabolismo
se ralentizará al punto que usted sentirá que no está haciendo nada (adaptación física). Por otro lado, es cierto, el cuerpo se acostumbrará a los
peores ejercicios físicos y al hambre (dietas extremas); pero, éste
sobre entrenamiento es igual de perjudicial para la salud ya que, básicamente, le hace
perder la masa muscular (sin emplear la grasa “extra”)... no estará haciendo nada;
6) Necesitará
descanso. Si el
objetivo es obtener mayor masa muscular: eso solo se logra en días de descanso. Entrenar un músculo a diario, solo
lo atrofia. Si lo que desea es quemar esas libras extras: entrene un día la
mitad superior del cuerpo, y al día siguiente la mitad inferior; o , combine varios grupos musculares con intensidad moderada. El cuerpo es
solo uno (el ejercicio afecta a todo el organismo), pero se puede focalizar la
intensidad física en un grupo determinado de músculos, sin afectar otros.
Ahora bien, llegará el punto en que usted habrá cumplido con todas las
pautas: sabe lo que quiere, tiene el conocimiento básico de lo que va a hacer,
tiene la voluntad de hacerlo y comienza… si es pesas o un ejercicio prolongado:
en los primero días le dolerá el cuerpo mucho: no tome pastillas para
el dolor (no se lo quitará, ya que es un daño al tejido, y no una torcedura); descanse, tome muchos líquidos y, sobre todo, sea religioso con su programa de entrenamiento: el ejercicio, le quitará el dolor. Recuerde, que todo
en la vida da trabajo. Nota: si no le ha dolido el cuerpo, lo está haciendo mal (en una intensidad inferior a su capacidad o con una técnica inadecuada).
7) Al mes,
revise los resultados. Hay gente que se pesa a diario. Usted no
es un cerdo o un pollo: revise su peso semanal o quincenalmente a una hora fija (no importa si es o no en ayuna, la idea es tomar conciencia de los cambios).
Mírese al espejo y sea honesto/a: ve cambios???; ahora piense: tiene mayor
fuerza o resistencia?... a este punto quería llegar (salud mental)… Cuando las personas comienzan una actividad, su cuerpo hace un esfuerzo por
compensar el daño a los músculos producto de la nueva actividad física. Para ello, en principio, comienza a tomar energía de los
propios músculos (degradándolos); y luego (posterior a los 15/20 minutos de
actividad continua) de la grasa almacenada (la grasa, es el último
recurso empleado por el cuerpo). De ahí que las personas, al iniciar
una nueva actividad física se sientan “blanditos/as” (daño muscular), con menos
fuerzas y sin un aparente resultado (misma grasa). En mi experiencia, no es
sino hasta después de los 30-45 días (sin el uso de suplementos, de forma natural... para que dure y sea verdaderamente saludable), cuando se comienza a ver el resultado físico, toda vez, que
durante este período de tiempo, es que el cuerpo comienza a “asimilar”
(realmente) el cambio de la actividad física.... de ahí que los atletas
necesiten años de entrenamiento para perfeccionar sus técnicas y condición
física: en esto, no hay milagros.
En este
sentido, me atrevería a afirmar que en una actividad física de pesas o de resistencia:
posiblemente, aumentará unas 10
libras antes
de comenzar a tonificar o aumentar masa magra, ya que, el cuerpo, no asimila de
forma automática el estrés (físico y mental) producido por la nueva actividad: el cuerpo, necesita tiempo para
adaptarse (de ahí el aumento del hambre y la ansiedad como forma de compensación). Una vez asimilada la adaptación física (como rutina de ejercicio), es entonces cuando
el cuerpo comienza a experimentar el proceso de cambio gradual (crecimiento o
definición) lo cual será
directamente proporcional a la alimentación y a la ingesta calórica a la cual
nos sometemos… pero ese, será el próximo post.