18 may 2013

Las reglas de la vida.



Las reglas de la vida son sencillas: no juzgues; ayuda a cuantas personas puedas; y, siempre se tu mismo/a. Así, cada día de esta vida nos enseña algo; y, ganes o pierdas: será una buena experiencia. 

No juzgues. Soy desconfiado, por naturaleza. Como abogado, puedo distinguir la mentira… sin embargo, más allá de ello, sigues la corriente hasta encontrar el por qué de las cosas. Todos cometemos errores, es la única forma de aprender en la vida, y no por ellos debemos ser encasillados. Lo que define a una persona no son tan solo sus actos, sino su empeño en cambiar o mantener las cosas en ese estado de equilibrio que le permita seguir adelante.

Ayuda a cuantas personas puedas. Cuando aprendes a no juzgar, comprendes que la vida no es buena ni mala: tan solo es la vida. Pueden darse un sin fin de situaciones incontrolables, negativas, abrumadoras… pero todo es pasajero. Y si ves en retrospectiva, un simple gesto de ayuda a un necesitado, puede marcar la diferencia entre vivir y sobrevivir. Entre mostrar un camino y dejar que alguien pierda su camino. Jamás dudes en ayudar a un necesitado, si en tus manos está la facultad de hacerlo.

Se tu mismo/a. Algunas personas necesitan muchas cosas para ser “felices”. Viven abrumados por un futuro incierto o por el pasado. Cada persona es en sí misma única e irremplazable. Lo que vivimos, lo vivimos de formas distintas y con experiencias distintas, aún ante un mismo hecho: es la magia de la vida. Jamás debes cambiar lo que eres por nada ni por nadie, perderías esa magia. Ser uno mismo, significa imponer el orden en el caos de la vida; significa equilibrar la balanza y aceptar que somos los únicos con el poder de limitarnos o de empujarnos hacia la meta máxima de nuestra vida: la plenitud existencial como entes.

Usted dirá que hay muchas otras reglas en la vida; y si, las hay. Pero, si aprendes a ver más allá de ti, de tus gustos, de tus caprichos, de tu experiencia: comprenderás, que en esta vida la única forma de alcanzar el máximo desarrollo consiste en valorar a los demás de la misma forma en que nos valoramos a nosotros mismos. Esta es la vida, algo serio… y divertida.

P.d. Algunas reglas se pueden torcer, salvo la tercera. Si rompes esa regla, habrás perdido el camino. Sé tu mismo, y que se joda el mundo. :D

1 comentario:

Noribel De Jesus dijo...

Waoo!! me gusta tu forma de escribir... :)