Mahatma Gandhi
dijo una vez, que: “La fuerza no
procede de las facultades físicas, sino de una voluntad invencible”. Lo
recordé porque hoy vi una pequeña hormiga arrastrando un pedazo de alimento
como del triple de su tamaño y lo llevaba a su nido. Muchas personas creen que
las hormigas se comen estos desechos orgánicos, ignorando que los acumulan para
fermentarlos y alimentar a un hongo que crece dentro del hormiguero: que es lo
que en realidad las alimenta… esa es la voluntad que las empuja a seguir y
esforzarse tanto en fuerza como en resistencia.
Cuando uno
levanta pesas durante muchos años, ve y escucha a muchas personas “gritándose”
y “enfureciéndose”, con la idea de obtener una supuesta máxima fortaleza
derivada de un torrente de adrenalina (estímulo psicológico). Yo: aprendí a
reírme. Comprendí que sin importar los “gritos”, la presión, la tensión o el
miedo, sencillamente nada de eso importa. Ni siquiera el peso a levantar. Si
bien un ejercicio con pesas presupone estrés físico, es quizás por ello que la pasibilidad
se convierte en la mejor arma contra el dolor del esfuerzo, y en el verdadero
estímulo.
De qué vale
romper fibras musculares, si no hay una mayor resistencia al esfuerzo; de que
vale “crecer”, si no obtienes una mayor agilidad o velocidad? Los seres humanos
somos similares a las hormigas: con una voluntad férrea podemos hacer cosas
casi imposibles y es así, porque cada uno de nosotros lleva dentro de si una
voluntad indomable, esa sed por alcanzar lo que nos proponemos. Y al mirar a
las hormigas, “comiendo” níspero… y picándome, me di cuenta de que defendernos,
fortalecernos e ir más allá de nuestros límites es un sentimiento universal de
los seres vivos.
Si estamos
estáticos, no habrá ninguna voluntad; sin voluntad, no habrá cambios; Y, sin
cambios, no hay vida. Más allá del trabajo diario, de los
problemas, de las cosas pendientes, te das cuenta de que lo que te mantendrá
vivo, lo que definirá tu vida y te definirá como persona es, simplemente: tu
voluntad. No hay por qué rendirnos ante las inclemencias de la vida: vivir
solo es eso, una excusa para seguir adelante.
2 comentarios:
"La vida es aquello que sucede, mientras te dedicas a pensar y hacer otras cosas"
Algo parecido dijo John Lennon. Que para filósofo y pensador estaba muy pobre, pero me agrada esa frase o la que exactamente dijo y no quiero googlearla.
Saludos desde Barcelona.
Sí, maestro. Es una frase genérica, creo que traducida del budismo; y al parecer él la escuchó. De ahí que me refiera a la voluntad y no al destino.
Un saludo, desde su isla.
Publicar un comentario