Me gusta reírme solo; y casi siempre lo hago, cuando tengo la razón. Y esto es así, porque me gusta ver la vida como un conjunto de piezas entrelazadas y no como experiencias individuales. La explicación simple, es la de un juego de ajedrez.
En la vida, hay
dos tipos de jugadores de ajedrez: los deportistas y los (simples) jugadores, que
disfrutamos de darle tiempo al tiempo para hacer nuestras jugadas. El primer
grupo, juega contrarreloj, y una vez terminado el juego: pasan a otro “adversario”.
Yo, soy del otro grupo: vemos el juego de ajedrez (y por analogía, la vida)
como una oportunidad de compartir con otras personas las experiencias vividas.No hay adversarios, propiamente dicho. Y ambos, seguimos las mismas reglas de “juego”; pero, más allá de ganar o
perder, de quién sabe más o quien tiene la mejor estrategia, la experiencia se
resume a cuánto podemos compartir mientras dura la partida.
La vida, como el
ajedrez, no debe medirse en segundos o en fichas: se mide en “jugadas” y
no me refiero al término en sentido literal, me refiero a razonar cada
movimiento dentro de las oportunidades de la vida. La diferencia, en relación
con el primer grupo (deportistas) es que ellos hacen el movimiento mecánicamente
(incluso, involuntariamente), mientras que el otro grupo comparte ese irrepetible momento desde una óptica que excede al tablero de juego y a las propias
piezas… sobra decir que el juego: puede durar décadas.
Bueno, me
encanta tener la razón al “mover” las piezas y hacer las jugadas; porque al
final, solo significa que lo estoy haciendo bien, que sigo las reglas y que
respeto los principios que rigen mi vida (para algo vale la experiencia). Y me río, no porque sea gracioso,
sino porque sabía que tenía la razón desde antes de que hubiera comenzado todo…
bueno, esta es la partecita del deportista: puedes ver todas las jugadas antes
de haber hecho el primer movimiento… no dije que fuera algo malo; solo dije que
prefería al segundo grupo. En fin, quiero
abrir este cuarto baúl, (recuerde que esto es un átic0) como forma de
recordarme que si bien la vida no es un juego, siempre debemos seguir las
reglas (nuestras reglas), ya que el instinto: pocas veces falla.
2 comentarios:
encontré una de tus publicaciones vagando en el facebook y esto me dio la oportunidad de leerte... excelente no dejes de hacer esto.
Me encanta como escribes...la forma de mezclar lo q dices con las cosas de la vida...inspirador,,
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