Bueno, siendo
sincero, la sinopsis de la película no me pareció nada del otro mundo. Sin
embargo me senté durante dos horas y veintiséis minutos a verla. ¿Por qué?
Por que tiene un cierto matiz histórico y antropológico de una época intermedia
entre la modernidad y el salvajismo. Algo, que hemos perdido a nivel del
séptimo arte; el cual, se ha enfocado hacia el aspecto comercial más que al
cultural. Nota: No todo es zombies, Star Wars y... “dramas románticos”. Por cierto, la película Burnt (que debería traducirse como “sellado” y no como quemado. Diría que se titula así debido a la perfección a nivel de preparación
gastronómica de un plato: correcto sellado de carnes), es una buena película a
nivel de “amor por la cocina”… y no de amor por la “comida”. Una diferencia
abismal que necesitará su propio post.
Claro está que
no voy a contar la película The Revenant (lo más desagradable que puede hacer una persona).
Sin embargo, hay que hacer algunas puntualizaciones del por qué esta película
está bien realizada. En primer lugar, a líneas gruesas uno siente que está
frente a un documental de NatGeo, debido al fuerte matiz que se le da a la
naturaleza norteamericana tanto a nivel de otoño como de invierno; y, a las
costumbres indígenas de la época que van desde la alimentación (cacería,
preparación, etc.) hasta el curado de heridas y fabricación de cosas. Por
cierto, solo quedan unos 2500-5000 indígenas Pawnees en la actualidad… en
“reservas”. ¿Algún día tendrá Estados
Unidos un presidente indígena? ¿Qué elimine las reservas, les devuelva SU
tierra y sus derechos? Lo dejo hasta aquí, para que no me cierren el blog.
El segundo
aspecto, no muy agradable para algunos es la cantidad de sangre derramada. Hay
todo tipo de peleas desde “cuerpo a cuerpo” (me recordó a Gangs of New York”…) hasta la épica pelea con un Grizzly. Por cierto, en lo personal afirmo que
Leonardo DiCaprio se aseguró un Oscar con esa pelea: copiaron cada detalle del
comportamiento de una madre osa frente a un “peligro” para sus oseznos. Y su
actuación en esta pelea estelar, unida a unos muy buenos efectos (no perfectos)…
hasta a mí me dolió. Aunque de tanto dramatismo por dos veces DiCaprio empañó
el lente de la cámara con su jadeo.
Me gustó la
óptica filosófica del director: “Mantente respirando”, recuerdo que mantuvo
vivo al protagonista para llevar a cabo su misión. Quizás, esa es la esencia de
un “revenant” o “regresado” (del “mas allá”). Alguien a quien se daba por
muerto, debido a las circunstancias de la época (con cualquier herida uno se
moría, si no había medicinas o doctores cerca) y sobrevive pese a las inclemencias de la vida. La historia tiene un
fuerte ambiente familiar y cultural. Se enfoca en una época en que los
distintos grupos étnicos “convivían” bajo la conveniencia del trueque o el
comercio que representaba el territorio de América del norte.
No me gustó la
escena final de Dicaprio (mirando fijamente a la cámara, como un loco); aunque
el sonido... lo dijo todo. El Director Alejandro González Iñarritu también se llevará sus premios. Nota: Deben llevar una
carretilla a cada premiación, ya que, en vestuarios, sonido, ambiente, efectos
digitales, escenarios, actores secundarios, etc., la película estuvo muy bien
realizada. Y nada, solo espero jamás encontrarme con un grizzly en medio de un bosque... al menos, desarmado.
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