Dar Gracias a Dios.

A ver… nunca me he roto un hueso, no me han apuñalado, ni me han disparado… hasta ahí estoy bien. Doy gracias a Dios por ello.

Me han chocado, montao y a pie (caí en el bonete) unas tres veces; caballos: me han estrallado (saltando un riachuelo por segunda vez, el maldito frenó en seco y la gravedad hizo el resto), me han arrastrado, guallado, intentado morder y hasta jondearse por un barranco conmigo encima, sin embargo, los monto desde los 4 años (ya no, toy muy grande, y si me caigo me lleva quien me trajo).

Me he emburujado mano a mano con toretes; me han correteado par de toros (como 5 veces), hasta el punto de tener que “volarme” por 5 cuerdas de alambre de una empalizada sin toparla, o saltar un portón de 7 pies sólo con las manos (asutao como el diablo). Las únicas mordida de perro que he recibido en mi existencia, son las de mi chihuahua, que en paz descanse (se atiesó a los 17, no me quejo). He bregado en la vida como con 90 perros (de 4 patas), y solo una intentó morderme “fuera de base”, y por fresco… no same perro ajeno, salvo que le ladre.

De lo que me recuerdo, me han mordido cotorras, cacatuas, cienpies (chiquitos), pericos, lagartos; y me han picado abejas, abispas, y unas malditas hormigas africanas, que ni a la semana se le quita la picazón a uno. Eso, sin contar los cangrejos y un gusano de mar (palenque).

He recibido unos 70 fuetazos eléctricos de 110 voltios (no letales, pero te dejan temblando como por media hora) por bregar con electicidad en labores hogareñas. Entre mis pequeñas heridas, más de 5 han llegado al hueso, pero lo más que he perdido es un vaso de sangre (10seg. Record). Digo, sin ninguna duda, que a lo largo de estos 27 largos años he recibido más heridas punzantes, cortantes o contundentes que un militar “elite” en su entrenamiento, gracias a mi entremetida personalidad (por fresco) y mis habilidades psicomotoras.

De enfermedades, no he pasado de gripe y una cuasi bronquitis, salvo la maldita varicela que me dio en febrero, gracias a un estornudo de mi hermana menor que no sabía que la tenía… del 1 al 10 me dio en 7, (nadie le dice a uno que no puede tomar aspirina, ni los jodidos doctores), duré 6 días sin dormir por el agravamiento de la aspirina, y todavía tengo un sueño atrasao que no se me quita. Si no le ha dado, póngase la jodida vacuna (RD$600 en RD), sino, se recordará de mi por lo que le quede de existencia.

Gracias al gimnasio (pesas y powerlifting) tengo un hombro, un dedo y una rodilla medio averiados, pero le seguiré dando a los hierros como un hombre hasta el día que me muera. Tengo la presión arterial como un niño, no me quejo, después de tanto sufrimiento y matrato, la carrocería me ha salido bastante buena. Claro, unido al hecho de que no ingiero alcohol (romo y derivados) desde febrero del 1997 (primer parcial Historia de la cultura, saqué 68, pero el que más sacó después de mí fue un 45, así que tampoco me quejo la pasé con 98 por 2 acentos en el examen final)... y porque nunca he fumado, ni lo pienso hacer.

Ustedes dirán por qué este loco habla de tanto sufrimiento, dolor y angustia… porque le doy gracias a Dios por estar vivo. En todo lo que he leído de unos 50 blogs, no he visto a nadie dar gracias a Dios por lo que tiene o por lo que es. Ahora que veo un poco de mi vida hacia atrás, me río hasta con la última muela. Dale gracias a Dios por lo que eres y por lo que tienes… la vida, el mayor regalo que todo ser puede tener. Yo doy gracias a Dios, por permitirme estar vivo, ya que en teoría debería haber muerto hace muchos años, por JODON; con tal, hasta en su bañera se mata uno.

Digo estas palabras como una reflexión, para que cuestionen en su vida qué tantas gracias deben de dar a Dios por lo que son o lo que tienen. No se quejen por lo que no han conseguido, luchen por ello… y si Dios lo permite, lo conseguirán.