Siempre he sido
un naturalista y un conservacionista. Soy un niño de ciudad al cual se le
ofreció un patio de juegos de varios kilómetros lleno de bosques, montañas, riachuelos y animales. Soy un
cazador que aprendió a respetar la vida. Destruir es simple… conservar, es lo
verdaderamente difícil. Este planeta, es nuestro milagro. Es lo más cercano a
Dios que tendremos a la vista. Es increíble ver glaciares, desiertos, montañas,
ríos, animales, clima, plantas… personas. Todos y cada uno somos una pequeña
parte de este milagro. Y no se trata de reciclar, de protestar o reclamar: se
trata de aceptar.
Cuando un
milagro de este planeta se cruza por tu destino (vida, muerte, creación o
destrucción) algo en ti cambia… y ves tu vida de forma distinta. Yo, este año
cumpliré 35 años; y, a esta edad, he visto desaparecer especies, he conocido
animales “rarísimos” y/o desconocidos; he visto el nacimiento y la muerte de
una estrella. He visto galaxias lejanas; he visto lagos debajo de kilómetros de
hielo y debajo de desiertos; he visto la vida, donde se supone que no
debería existir… y eso es lo único que importa: los seres vivos nacimos para
adaptarnos a cualquier realidad.
La naturaleza
reclama, cada día, su espacio… aún dentro de nuestras ciudades. Y la ciencia,
se ha dedicado estas últimas décadas a estudiar y proyectar cómo impactamos los
seres humanos en el planeta en el que habitamos. Ej: por qué los dinosaurios eran
tan grandes? Porque había mucho más oxigeno en el aire. Somos máquinas
biológicas, y al margen de la religión: dependemos de nuestro medio ambiente. Y necesitamos entender que cada decisión
que tomamos tiene infinitas repercusiones en nuestro futuro y en el de nuestro
planeta. Siempre bromeo con los “muchachos (as)” de Greenpeace y PETA, porque en
cierto modo están en lo correcto. Y digo “en cierto modo”, porque mas allá de
las protestas, de los berrinches y de las cámaras, el verdadero cambio se
consigue en la mentalidad de las personas, no su estilo de vida
(negocio), mostrándoles que ese animal o ese árbol, es tan importante como uno
de sus hijos, hermanos, padres, mascotas. Así y solo así, ese negocio, dejará
de ser rentable.
Lo que nos hace
humanos no es nuestra sed de vivir, es nuestra sed de comprender qué somos y de
qué formamos parte. Las personas, somos los únicos seres vivos (complejo de
virus) que alteramos nuestro entorno para sobrevivir. Pero, si algo hemos
aprendido, es que no todos los virus son malos: cada microorganismo es tan
importante como el más grande animal; pregúntenles al krill y a las ballenas. Esta
sed por industrializarnos y mecanizarnos está consumiendo la vida. Las
petroleras, acabando con los polos (contaminando); los cultivos a gran escala (biodiesel)
acabando con la selva (deforestando); la minería, destruyendo ecosistemas. Sin parecer un
extremista, algún día todo eso acabará: es la ley de la vida. La naturaleza, de
alguna manera se las ingenia para superar todo y restablecer un equilibrio y un
orden especifico. Así que, en este día de la Tierra: tratemos de dar nuestro granito de arena a favor de este planeta: nos estamos salvando a nosotros mismos.
5 comentarios:
Bueno, yo creci rodeada de arboles gigantes y hermosos que daban una sombra increible y me lo cambiaron por palmeras...si hubiese querido palmera me mudaba a la playa...
las personas no nos damos cuenta que tanto mal hacemos cada dia...
http://sphotos-a.xx.fbcdn.net/hphotos-ash4/417777_649590991737024_694937208_n.jpg
Hola, Ayi. Si, es fuerte ver como cambian los lugares en donde crecemos... y no es que sea algo natural!!! Pero, lo importante es poner nuestro granito de arena... por cierto: Cómo van tus cultivos hogareños????
P.d. Respecto de la foto: Jajajaja... es la pura verdad. :)
Mis cultivos murieron por mi ausencia :/
Nada, volver a empezar con más ánimo... "los cultivos nunca mueren", solo las maticas :)
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