Entiendo la cobertura que los medios alrededor del
mundo le dieron a esta noticia: “Un hombre será tragado en vivo por una
anaconda… y será grabado”. No hay que ser un herpetólogo, para saber las
implicaciones de tal suceso.
Pasó el día 07 de Diciembre e imaginaba que sería un hecho de relevancia científica,
desde el punto del sujeto (la anaconda). Pensé, que habían capturado algún
ejemplar gigante. Pero, al ver el video: me pareció el equivalente a la imagen
que está arriba; quizás, dicha anaconda era capaz de tragarse una gallina si tenía mucha hambre…
bueno, he visto ejemplares más grandes escupir un perro adulto entero. Pero,
fue un desencanto, no por la actuación de la anaconda; sino, porque Discovery
Channel se prestó para este disparate. Si le hubieran puesto una o varias cámaras a un pollo
de supermercado (descongelado), lo calentaban un poco y usaban la misma sangre:
quizás, hoy tuviéramos una grabación de cómo engulle este reptil a su presa…
aunque, en Youtube hay varios videos.
Este disparate mediático, me recordó la serie
“Alienígenas Ancestrales” de History Channel. No, no son aviones precolombinos: son peces “plecos” suramericanos (Plecostomus); y, no, no son ovnis: eran meteoritos, lo que ellos (nuestros antepasados) veían; en fin, Discovery Channel (según dicen) trató de concientizar sobre la deforestación de la selva amazónica; quizás, debieron
hacer un especial de dos horas de: Cómo depredan un bosque virgen para sembrar Soya y Maíz para biodisel. ¿Dónde obtienen esos permisos? ¿Quién tala los árboles centenarios, para madera? ¿Por qué las autoridades
no hacen nada? ¿Se exporta ese biodiesel y la madera? ¿Quién controla el mercado maderero y del Biodiesel
en Brasil? Esas, debieron ser algunas de las interrogantes para concientizar
sobre la depredación de la Amazonia.
Más conciencia crea Jeremy Wade con sus “Monstruos de
Río”, donde nos muestra como pescadores extranjeros van a depredar especias
nativas (de todos los tamaños y especies) del Río Amazonas y sus afluentes, para venderlas a acuarios exóticos en
mercados extranjeros. Una serpiente no representa en lo más mínimo el conservacionismo de este ecosistema “virgen”. Más lo representan los capibaras, las nutrias gigantes o
los delfines rosados del río Amazonas. Incluso, los arapaimas tienen más incidencia (y pueden
matar más fácil a una persona) que una culebrita de ese tamaño. Fue, un desperdicio de tiempo y de recursos… y, por cierto, no
vi ese “documental” de dos horas: solo vi el video de lo importante (nada) ni
siquiera, lo mordió. Recuerdo que, Austin Stevens (herpetólogo, Animal Planet) se enfrentó a “mano
limpia” con una serpiente de mayor tamaño que esa (solo)…; ese señor, sí que merece
respeto, por sus décadas de servicio para la educación y la conservación de la
naturaleza... a ese muchacho, ni lo conozco. Discovery Channel está flojo…
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