Hay momentos, en la vida de un hombre, en los que debe voltear la cabeza... para poder apreciar (plenamente) los pequeños detalles de la vida. Si algún día me pasa esto (estrallón)... ya sé, cómo salir del apuro (jajajaja).
P.d. Que conste que (en esta maniobra): yo... jamás me he caído.
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