A ver, usted
está en su casa como un Rey. Sin preocupaciones, sin problemas. Pero, un buen
día una deslumbrante mujer se cruza por su camino y con un simple “buenos días”,
le roba toda su tranquilidad (su único defecto es: ser abogada... jajaja). No me mienta, llegará el momento en el que hasta
el nombre de su perrita o gata, usted se sabrá. Incluso, hasta se bañará antes
de salir… por si se la encuentra. En esencia, usted ha pasado de ser
un Terminator a una simple Guinea (gallinacea africana famosa por vivir en un
sobresalto… juyendo desde que la ve).
Ya, en serio, si
usted considera hacerse esta pregunta, al inicio de una relación: sería como: “Houston,
tenemos un problema (por cierto, ellos aterrizaron: todo se soluciona en la
vida, salvo algunas cosas. No me malinterprete, el miedo al cambio es lo que
nos ha mantenido vivos como especie. Pero, el temor (adquirido) es el verdadero
problema. Por cierto, si es de los que usa la frase: “más pa alante vive
gente”… le diría que hay un cierto grado de sociopatía en su afirmación; aunque,
es tema de otro post futuro. El amor es un sentimiento natural de atracción
hacia algo que nos da seguridad, que nos mejora y que nos hace crecer como
seres humanos… no es un zapato lo que se cambia.
Una relación de
pareja es como un engranaje de una transmisión (de 5 cambios, no una CVT… esas
se alargan y encojen, no “cambian”): necesita aceite, refrigeración y un
mantenimiento regular. Aún así, se desgastará con el tiempo; sin embargo, las
personas no somos máquinas, ni somos perfectos. Vivimos en un mundo de competencias
entre hombres y mujeres y la cuestión elemental es que el origen de una
relación, en cierto modo, determina su forma (bastante compleja a nivel
psicológico)… recuerdo hace un tiempo leí una noticia en Yahoo de un profesor
que pagó para fingir un atraco cuando estaba con una estudiante, para hacerse
el “héroe” y que ella se enamorara “perdidamente” de él (criterio de que las emociones
intensas llevan a relaciones intensas, lo cual escapa a este post). Aunque creo
que ese mito debería estar en “Cazadores de Mitos” (Discovery); salvo, porque
si fuera así, usted solo tendría que lanzar a su pareja desde un avión sin
paracaídas cada año y luego atraparla en el aire para ser el “amor de su vida”.
Realidad: No funciona así, nos aburrimos de lo cotidiano y necesitamos retos a
superar; hay quienes dicen que el enamoramiento es cosa de meses, que el amor
solo dura unos pocos años (de 4-7) y que las ataduras sociales (hijos,
negocios, amistades, etc.) son las que determinan la durabilidad de una
relación. Y en cierto modo “retorcido” es así en gran parte de las relaciones.
Creo que las únicas
preocupaciones que debería tener quien se hace esta pregunta son: salud,
estabilidad económica, bienestar de la familia y durar vivos el mayor tiempo
posible (si usted practica deportes extremos, no estará en salud mucho tiempo).
No es posible ver una relación como algo duradero o no; simplemente, tratas de conocer
a alguien lo mejor posible y debes decidir si eso te llena, te reta o si centra
todo tu universo. En el amor no hay posesión ni agresión. Si algo no funciona o
deja de funcionar, pones el empeño de tu parte, deseas lo mejor; y, sencillamente
sigues adelante con tu camino: sin herir
o lastimar. En la vida, debemos agradecer lo que nos pasa, aunque solo dure un
solo segundo y eso, aplica para TODO.
P.d. Un último consejo:
siempre sea usted mismo/a. Nos enamoramos de las cosas únicas... y, por cierto, la carne de guinea es muy dura.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario