Me enteré que un viejo amigo se había separado de su esposa, con la cual tiene dos niños “pequeños”
(menores de 10 años). La cuestión es que recuerdo que ellos se conocieron el me
decía que eran el Sol y la Luna. Sin embargo, en una época en que la madre de
ella estaba enferma él estuvo ahí, mientras la familia de ella estaba ausente.
Se casaron, tuvieron problemas para embarazarse; pero, al final, 1+1=3. Bueno, a
4 (familia). Y me extrañó cuando me dijo de la situación, porque luego de unos
15 años de matrimonio e hijos, uno esperaría que las cosas fueran más
“estables”.
Lo primero que le pregunté es: “Qué hiciste?”. Me dijo que nada… yo, siempre he
sido claro: en esos asuntos, yo no me meto. Pero, me dijo que todo el problema
había venido porque los familiares de ella están (se han ido) todos para
Estados Unidos y ella se ha sentido sola. En este punto, me dijo que una
“amiga” de ella le dijo que lo botara a él (a mi noble e inocente amigo) y se
fuera a USA con los niños… “que ella le conseguiría otro hombre”.
¿Hasta qué punto
hemos llegado? Se que cada parte tiene su razón en esta historia. Así, que solo
quiero limitarme a la interrogante que titula este post. Debo recalcar que al
ser educado bajo el catolicismo y de una familia “puritana”, no comparto el
criterio de que “mas pá alante vive gente”
en un caso de hijos/as de por medio. Se que la regla de papá nuevo, es lo común
en toda sociedad moderna. De que la gente busca “vivir su vida” y olvidar el pasado como si se tratase de una
“gripe”. Sin embargo, siempre hay algo por señalar…
Todos, sin
excepción alguna, cambiamos con los años. Es la esencia de la vida. Cuando
formamos pareja: cedemos y tomamos. Optamos por ir más allá de nosotros mismos
y compartirnos con alguien más. De ahí que, ante la duda, la disconformidad o
la monotonía, siempre he sostenido que la comunicación debe ser el primer paso;
ya sea para corregir (cambiar) o para curar (terminar). Sin embargo, ese
cambio, a diferencia del comienzo, se sitúa en un lugar especial al momento de
tener hijos/as… sin importar la edad. Se lo dice alguien que ha compartido con
sus dos padres y que tiene decenas de amigos/amigas criados por padres divorciados,
separados o viudos/as como referente para hacer esta diferencia.
Padre y madre
solo hay UNO, y es quien nos acompaña por toda la vida. Conozco padrastros y
madrastras que son un ejemplo a seguir. Sin embargo, al preguntar sobre cómo
cambia una persona con el paso del tiempo, se crea la interrogante de cómo eso
afecta la relación de la pareja. Desde hace años expuse que la sincronía de dos
son las que crean la unidad. De ahí que al cambiar una parte y la otra quedarse
estática, puede crear una fricción en la pareja, la cual deberá ser tratada con
mucha paciencia y comunicación.
Al final, los hijos son lo más importante. Alguien debe ceder, algo debe cambiar… pero, cualquier cosa hecha con amor y paciencia, puede hacerse funcionar.
Al final, los hijos son lo más importante. Alguien debe ceder, algo debe cambiar… pero, cualquier cosa hecha con amor y paciencia, puede hacerse funcionar.
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