Anoche, mientras
restauraba un taladro de mano, mas viejo que yo (como el de la imagen), escuchaba un programa relativo
a política. Sí, soy “alérgico” a la política; sin embargo, contribuir (servir)
nunca me ha pesado (y, las personas que hablamos mucho, escribimos mucho (hahaha)). Con el paso de los años, nos damos cuenta de que una vida
sana es, una vida en equilibrio. Y, dado que soy bastante competitivo, hace
mucho aprendí a eliminar los problemas (y no, a postergarlos: le doy soluciones)... luego, se juntan (risa... pero, en serio).
Escuchar los distintos discursos, me hizo reflexionar sobre sus “precariedades” (grietas) y mi papel como ciudadano(crítico), más que de las propuestas en sí; y es, porque ves
una propuesta política, analizando el lado racional y el lado humano en su conjunto, con el
momento histórico. Luego de escuchar, opiné sobre los temas (hábito adquirido por el encierro pandémico... no es solo ver y analizar cientos de datos e imágenes; hay que debatir); y, luego... recogí todas mis palabras y me
retiré. ¿Por qué? ¿Qué sucedió? Cuando
comencé a caminar de nuevo, el cubre bocas me asfixiaba (literalmente) pese a
tener una válvula de exhalación. En vez de quejarme y botarlo (es,
reutilizable): simplemente me adapté (eso hago con la vida). Adapté mi ritmo cardíaco y mi respiración; y, ayer pude
hacer mis 10 kilómetros: feliz (8 minutos más rápido). Si, con cuerpo adolorido. En fin, al escuchar los temas, recordé que la política
es una competencia desleal (y un tema, bastante desagradable para algunos de nosotros); y, como eso se convirtió en el tema principal del espacio: sentí que lo mejor era retirarme de la opinión y lectura de ese espacio “personal”, para no convertirlo en algo negativo...soy hiriente y obstinado.
No se trata de
encontrar soluciones a los problemas (siempre las he ofrecido con cariño y respeto); o, la forma de ver o disfrutar la vida (quejarse, no resuelve. Actúe): vivir, se trata de disfrutar los detalles. Detalles, como la chica bonita que buscaba música en su celular; detalles, como el perrito obeso entrenando; o, fabricar tiempo para restaurar un
objeto, o ayudar a otra persona (a pesar de la fatiga). A veces, las personas buscan tanto la luz, que olvidan que pueden ver
en la oscuridad. Me despedí de ese espacio, y me quedé más que conforme con mi granito de arena (aporte) en algunos temas. Fuera de eso, la política no se trata de juventud o cambio; sino, de las prioridades sociales y las soluciones que nos presentan los “líderes” como pueblo. Decidí cerrar ese espacio de mi vida hace años (opinión política), porque me preocupa más la grieta en el discurso que me muestran, que el propio
discurso. Al ver eso, sabes que ahí, no hay un futuro (la política: es un bucle infinito de precariedades y acusaciones entre los actores de la politiquería mediática. En general, nadie ofrece soluciones reales, solo un discurso político que se vea bien en el papel. Prefiero, simplemente, caminar como un ciudadano más por la vida, en el día a día (dejando el tema a los y las entendidos/as, que sobran); y, así, poder disfrutar de estos pequeños momentos, que duran para siempre. Y nada, hay que seguir caminando.
P.d. 11.6 kilómetros luego de meses de inactividad.... no está mal. Pronto, hay que agilizar el paso. Y, lo más desagradable del mundo es, que personas extrañas hablen de ti, a tus espaldas; por eso, siempre he dado la cara en cada opinión y solución propuesta. :)
P.d. 11.6 kilómetros luego de meses de inactividad.... no está mal. Pronto, hay que agilizar el paso. Y, lo más desagradable del mundo es, que personas extrañas hablen de ti, a tus espaldas; por eso, siempre he dado la cara en cada opinión y solución propuesta. :)
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