8 abr 2020

El milagro de la vida.


Me encanta cuando llueve. La lluvia es una de esas cosas que olvidamos al crecer; ya que, si bien es algo “común”, es un verdadero milagro. Olvide lo de la condensación y las partículas de arena (ciencia absurda). Cuando esas gotas de agua caen del cielo al suelo, traen consigo el verdadero milagro de la vida. Y lo interesante de todo es, que ni el agua, ni las nubes están “vivas”, son meros caprichos de una atmósfera dinámica y una simple corriente de viento. Sin embargo, “nosotros” (seres vivos) estamos vivos, gracias a ella.

En poesía, yo diría: “Si la tormenta de tu mirada, me hiciera naufragar en el mar de tus labios; sabrías, que eres el lugar perfecto, donde quisiera encallar; y, si el viento de mis caricias sonrojaran tus mejillas, en estas gotas de lluvia… me podrías encontrar”. Así de noble es la lluvia, aquella que muchas veces, pasamos por alto; y, que sin embargo, trae en sí misma la ciencia (naturaleza) y el arte (humanidad).

P.d. Alguien no va a tener que regar las plantas mañana (yo). Y por cierto, no me plagien el verso... aún lo estoy trabajando, con la musa :D

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