29 abr 2020

Una vez...



El, la soñaba entre letras; y, ella… no sabía leer”.

Un día cualquiera de esta interminable espera, te escribo desde el silencio de tus labios. ¿Acaso sabrás que existo? Se dice, que el tiempo lo cura todo; y que, el olvido es la esperanza del recuerdo… ¿Sabré que existes?

Una vez me preguntaron sobre el mundo y las personas; y, les dije que habían personas que valían por el mundo. Que, el silencio y las fronteras son cosas de políticos y tontos. Que hay, quienes se pasan la vida viajando por miles de lugares; y, al volver exhaustos, se dan cuenta de que la respuesta estuvo siempre más cerca que la pregunta. Sin embargo, el tiempo cambia las preguntas; los recuerdos se idealizan y la vida, pasa.

Una vez, me preguntaron por el tiempo. Y les dije, que había jugado con el. Que es un absurdo de la mente humana, que solo delimita la voluntad de hacer las cosas. No soy el mismo de hace 20 años, soy mejor persona; tengo menos heridas, y agradezco cada día por las cosas que tengo. No necesitas ser a prueba de balas, si aprendes a esquivarlas. El tiempo, te enseña que no hay nada incorrecto o correcto, si lo haces de corazón. Algunas personas cosecharán el fruto de tu siembra; y, no por ello habrás perdido el tiempo.

Una vez me preguntaron por ti, la luz de mis noches. Y solo pude decirles, que hay una mujer tan caótica como el Universo, que entraña en sí, la belleza del tiempo y del espacio doblegándonos a su voluntad. Que, de solo mirarla, quema tus ojos; y que, de solo tocarla, altera lo más profundo de tu esencia. Que ante su mirada, dudas de la grandeza del mundo; ya que, el mundo se vuelve una insignificante partícula de arena ante su presencia.

Una vez, me preguntaron por mi. Les dije que esta bien… y, que te enseñaría a leer. :)

1 comentario:

Fran dijo...

En un mundo de números, incluso las variables: son letras.