“El, la soñaba
entre letras; y, ella… no sabía leer”.
Un día
cualquiera de esta interminable espera, te escribo desde el silencio de tus
labios. ¿Acaso sabrás que existo? Se dice, que el tiempo lo cura todo; y que,
el olvido es la esperanza del recuerdo… ¿Sabré que existes?
Una vez me
preguntaron sobre el mundo y las personas; y, les dije que habían personas que
valían por el mundo. Que, el silencio y las fronteras son cosas de políticos y
tontos. Que hay, quienes se pasan la vida viajando por miles de lugares; y, al
volver exhaustos, se dan cuenta de que la respuesta estuvo siempre más cerca
que la pregunta. Sin embargo, el tiempo cambia las preguntas; los recuerdos se
idealizan y la vida, pasa.
Una vez, me
preguntaron por el tiempo. Y les dije, que había jugado con el. Que es un
absurdo de la mente humana, que solo delimita la voluntad de hacer las cosas.
No soy el mismo de hace 20 años, soy mejor persona; tengo menos heridas, y
agradezco cada día por las cosas que tengo. No necesitas ser a prueba de balas,
si aprendes a esquivarlas. El tiempo, te enseña que no hay nada incorrecto o
correcto, si lo haces de corazón. Algunas personas cosecharán el fruto de tu
siembra; y, no por ello habrás perdido el tiempo.
Una vez me
preguntaron por ti, la luz de mis noches. Y solo pude decirles, que hay una
mujer tan caótica como el Universo, que entraña en sí, la belleza del tiempo y
del espacio doblegándonos a su voluntad. Que, de solo mirarla, quema tus ojos; y que,
de solo tocarla, altera lo más profundo de tu esencia. Que ante su mirada,
dudas de la grandeza del mundo; ya que, el mundo se vuelve una insignificante
partícula de arena ante su presencia.
Una vez, me
preguntaron por mi. Les dije que esta bien… y, que te enseñaría a leer. :)
1 comentario:
En un mundo de números, incluso las variables: son letras.
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