29 abr 2018

@andrea_frazzetta


La imagen de hoy, extraída de la galería de @andrea_frazzetta, no es la de una madre gorila en el esplendor de su maternidad. Es, la de un animal “indefenso”, al cual los humanos hemos afectado de forma directa, con nuestro propio egoísmo. Esto es simple, aprendes a respetar la vida y las armas. ¿Por qué las armas?, se preguntará…

Todo, absolutamente todo, en esta vida, responde a algún interés: personal, social, económico, político, ambiental, humano. Sin embargo, la realidad (lo cotidiano, el día a día) varía mucho entre pueblos, naciones y continentes. Hoy, me voy a África, la “cuna de la vida” por una situación, casi incomprensible: matar gorilas, para llamar la atención del mundo. Hace tiempo que se hace; el por qué, no es tan complejo, y nada tiene que ver con intolerancia, guerras u odio animal: la vida de uno de estos animales, vale más, que la de cientos de personas. Así, de simple.

Recuerdo algunas tradiciones de los bosquimanos (Pueblo San) sobre comer su presa (toda, de un solo golpe); lo que, al margen de tener un abdomen enorme, les adaptó a durar días sin comer (la carne es difícil de digerir… alimento a largo plazo). Eso, en nada tiene que ver con el hambre que conocemos de África (UNICEF, Ong’s, Cruz Roja, médicos sin frontera, etc.). En África, hay enfermedades inimaginables, masacres de pueblos, ritos inhumanos; pero, el mayor mal es, quizás, la CODICIA. Ventas de armas: por tráfico de diamantes, marfil, metales preciosos (raros), le dieron “poder” a algunos, a costa de otros grandes sacrificios (incluso, genocidios de etnias y tribus completas), generando hambre y miseria en lugares llenos de vida y riquezas.

Sin embargo, nada de eso pareció (o, parece) importarle al mundo. Un día, años atrás, un agricultor de una aldea lejana de montaña (furioso) mató un gorila que había destrozado sus cultivos (lo único que tenía): y, aparecieron cientos (o miles) de personas a nivel internacional, condenando tal crimen; pero, nadie preguntó por las personas del lugar. Lo único valioso, eran los gorilas. Destinaron dinero a esos agricultores para proteger a los gorilas; pero, que yo sepa, nunca hubo una campaña de concientización por la preservación de la naturaleza: solo dinero, para que no los maten (situación que ha sido repetitiva). Incluso, los mismos cazadores son contratados para proteger… lo cual, a nivel general, no es malo (conocen el lugar).

Pero, el día de hoy, solo quiero puntualizar algo: no desperdicie los alimentos. Compre lo necesario, cosas duraderas; limpie su plato de la comida que le sirven; obsequie, lo que no se va a comer (si se va a desperdiciar). Si está leyendo esto, no es que salga a donar comida, o, a luchar con Greenpeace a favor de las ballenas o los gorilas: es, tan solo, que agradezca por los alimentos en su mesa. Y si puede ayudar a otros: hágalo. Incluso, una sonrisa: puede cambiar al mundo.

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