Mis sobrinos
varones, ya son mayores de edad (Y con licencia de conducir... yo, solo les enseñé Nintendo, ps3, skateboard, patines y bicicleta; bueno, y chichiguas, drones, carros a R/C,
yoyos, basket, frisbee, bellugas y arco/flechas... y, a hacer sus proyectos científicos del colegio... si, estoy algo nostálgico y... viejo). En fin, me vieron toda su vida
camino al gimnasio; así que, se les pegó la maña. Ya están “infladitos” los dos;
así que, ya no pueden usar la excusa de que “yo soy el niño” (manganzones,
están casi de mi altura). Si hay que hacer algún esfuerzo en casa de sus abuelos:
yo, solo los “guío”… hahaha. (Ya no es trabajo infantil; ahora, es “experiencia”
(hahaha).
Pues bien, tras
un par de años en sus respectivos y renombrados gimnasios, el destino les puso hace unos días una prueba
física mejor que un decatlón: antes de irse de “bonche”, debían cambiar un
simple neumático. Usted se estará riendo; salvo, que era de un SUV (utilitario) Toyota
que pesa como 6,500
libras , al cual no se le había cambiado esa goma en
varios años (en resumen, las 6 tuercas: parecían soldadas).
Yo, estaba en la
cocina (cena), y como a los 10 minutos solo escuchaba diálogos sobre teorías, opiniones y metales que sonaban; tuve que dejar de hacer mi arduo trabajo de ver una película (tiempo
sagrado de un hombre) para salir y encontrarme con aquel espectáculo: sudaos como dos
nutrias (empapados de sudor), con sucio hasta en la lengua... y, con la goma (neumático): en el mismo sitio. Todo el
mundo anda hoy en día en una jeepeta (SUV) y ¿No saben cambiar una goma? Me
encantan las personas que aconsejan “súbete arriba de la llave de ruedas que
así afloja rapidísimo”… sí, hasta que parten una o varias tuercas y después
están con el griterío de que los tornillos no servían. En fin…
Les expliqué
cómo colocar el gato: en el chasis, no en los estribos (casi doblan uno, con lo difícil que es alinearlos) (el "gato": sube
girando a la derecha, baja a la izquierda), cómo quitar la tuerca de seguridad
(no se aprieta al límite) y cómo aflojar las tuercas antes de subir el vehículo
al gato: con un simple tubo de metal de unos 3 pies de largo, enganchado
a la llave de rueda, a modo de palanca (no me preguntaron): si usted se sube
(peso del cuerpo) sobre la llave de rueda (en forma de “L” o de “cruz”), puede
romper las tuercas (ya escribí sobre eso... tuercas "racing"). Con el tubo, es mayor torque y menor presión sobre el punto
central… eso sí, he doblado llaves (Honda) antes de aflojar tuercas… otra
historia.
El punto es que
los muchachitos lucharon por rato a mano limpia para aflojarla y me llegué a preguntar ¿Será que solo hacen
cardio? y el infladito es solo de las proteínas (Hahaha… a 5 tuercas, las aflojé a mano limpia (sin el tubo) y la 6ta: sí, hubo
que usar el aditamento “mágico”. Hubo uno que tuvo que irse a bañar a la casa
(el operador del “gato”); y el otro, se acostó (cargó la goma, sacó la de repuesto, la colocó, puso las tuercas; y sí:
terminó más sucio (era, su vehículo).
La moraleja, no
es burlarse de mis muchachitos (parecían dos “salvajes”: con sucio hasta en el
cabello); sino que, por unos $225 pesos, usted adquiere un spray (Tire inflator and sealer) para neumáticos
desinflados: sella e infla (por unos días); algo
esencial en estos días (hombres y mujeres)… así, puede llegar al gomero sin problema (debiendo indicarle del spray, es INFLAMABLE). Los muchachitos de hoy: quieren todo rápido; pero, no preguntan... irónico.
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