Christina Touloumtzidou tiene una gran galería, llena de
múltiples escenarios, naturaleza e historia griega. Sin embargo, he elegido
esta imagen, por un simple elemento: sus “pies descalzos”. Los seres humanos
nos hemos adaptado tanto a la modernidad que, a veces, olvidamos tocar el suelo
con nuestros pies desnudos ¿Para qué? Se preguntará… Bueno,
biomecánicamente, andar descalzo/a es: saludable. Y, es nuestro contacto
natural con la Tierra. La electricidad estática, es una prueba de ello.
El calzado es
simple protección; salvo, que sea usted mujer, en cuyo caso, podrá ser uno de
los tres pilares de su vida. Y no crea que me meteré en sus “asuntos” con sus
zapatos para cambiar el mundo. Tan solo quiero que sienta con los pies; una
tontería: vaya al jardín, a un parque y ponga sus pies en el suelo. Olvide las
hormigas (salvo que esté en medio de la selva amazónica); olvide, por un
momento el “peligro” de pisar algo (salvo un erizo de mar… duele como el demonio);
pero, no olvide la sensación.
Saque un momento
del día para usted, y olvide todo lo demás (problemas, estrés, dudas)… cierre
los ojos, e imagine un lugar tranquilo en la tierra (campo, montaña) o, en el mar (playa). Está recostado/a cómodamente;
siéntase, en la libertad de tomar una bebida o un aperitivo de la mesa a su
lado. No hay nadie más que le interrumpa: solo usted y el sonido de las olas, o del viento.
Observe bien (imagine, con los ojos cerrados) el intenso azul del mar al horizonte, el agua
cristalina a sus pies y la arena blanca; o, el gran verdor de los árboles y del pasto que pisa, el cielo azul y
las blancas nubes que le dan su sombra. Si me ha seguido hasta uno de esos lugares: ya
puede abrir sus ojos. Eso, es lo que intento salvar hoy… el simple contacto con la naturaleza, que nos hace
humanos (disfrutarla).
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